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San Pío V, papa

Misa: Memoria libre (Común de pastores: para un papa)

30 de abril de 2025

(1504-1572) Nació cerca de Alejandría (Italia). Dominico y profesor de teología. Durante los seis años de su pontificado puso en práctica la reforma del concilio de Trento. Promulgó el Catecismo romano, fruto del concilio, el Breviario y el Misal Romano, Propagó el rezo del rosario. Murió el 1º de mayo de 1572.

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Índice

Ritos iniciales
Liturgia de la Palabra
Liturgia Eucarística
Rito de la conclusión

Ritos inicialesLos ritos iniciales tienen carácter introductorio y de preparación.

Reunido el pueblo, el sacerdote se dirige al altar, con los ministros, mientras se entona el canto de entrada o se dice la antífona de entrada a continuación:

En lugar de la siguiente antífona puede decirse o .

Antífona de entrada (misa 1 para un papa u obispo)La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.

El Señor lo eligió como sumo sacerdote,
y abriendo sus tesoros lo colmó de bienes. Aleluya.

En lugar de la siguiente antífona puede decirse o .

Antífona de entrada Cf. Eclo 50, 1; 44, 16. 22 (misa 1 para un papa u obispo)La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.

Este Sumo Sacerdote durante su vida agradó al Señor:
Él lo hizo grande por su promesa para bien de su pueblo. Aleluya.

En lugar de la siguiente antífona puede decirse o .

Antífona de entrada Cf. Eclo 45, 30 (misa 2 para un papa u obispo)La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.

El Señor hizo con él una alianza de paz y lo constituyó jefe,
confiriéndole para siempre la dignidad sacerdotal. Aleluya.

Cuando llega al altar, habiendo hecho con los ministros una inclinación profunda, venera el altar con un beso y, si es oportuno, inciensa la cruz y el altar. Después se dirige con los ministros a la sede.

Saludo

Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:

V.En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.Los versículos V. no son dichos por el pueblo.
R.Amén.Las respuestas R. son dichas por el pueblo.

Después el sacerdote, extendiendo las manos, saluda al pueblo, diciendo:

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , , o .

V.La gracia de nuestro Señor Jesucristo,
el amor de Dios Padre
y la comunión del Espíritu Santo
estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , , o .

V.La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre,
y de Jesucristo el Señor,
estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , , o .

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , , o .

V.La paz esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , , o .

V.El Dios de la vida,
que ha resucitado a Jesucristo
rompiendo las ataduras de la muerte,
esté con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , , o .

V.Bendito sea Dios,
que en su gran misericordia
nos hizo renacer por la resurrección de Jesucristo;
que su gracia salvadora esté siempre con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , , o .

V.Hemos resucitado con Jesús:
que la esperanza de ser glorificados con Él
acreciente nuestra alegría
y permanezca constantemente con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , , o .

V.Que el gozo y la paz
de nuestro Buen Pastor resucitado
nos acompañe en esta celebración,
y estén con cada uno de ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , , o .

V.Jesús resucitado vive entre nosotros.
Que su presencia salvadora
nos anime en este tiempo pascual
y permanezca con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote o el diácono, u otro ministro, puede hacer una monición muy breve para introducir a los fieles en la Misa del día.

Acto penitencialEn el Acto penitencial se realiza una confesión general de toda la comunidad. Nótese que el Acto penitencial carece de la eficacia del sacramento de la Penitencia.El domingo, especialmente en el tiempo pascual, en lugar del Acto penitencial habitual, en algunas ocasiones puede hacerse la bendición y aspersión del agua en memoria del Bautismo.

A continuación se hace el Acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .

V.Hermanos:
Para celebrar dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .

V.El Señor Jesús,
que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía,
nos llama ahora a la conversión.
Reconozcamos, pues, que somos pecadores
e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .

V.Humildes y penitentes, como el publicano en el templo,
acerquémonos al Dios justo,
y pidámosle que tenga piedad de nosotros,
que también nos reconocemos pecadores.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .

V.Jesucristo, el justo, intercede por nosotros
y nos reconcilia con el Padre.
Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepentimiento,
para acercarnos a la mesa del Señor.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .

V.Pidamos perdón a Dios de todo corazón.

Se hace una breve pausa en silencio.

La invocación a continuación corresponde a la forma I. También puede decir , , , , , o .

Después, todos hacen en común la fórmula de la confesión general:

R.Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión;

Y, golpeándose el pecho, dicen:

por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Luego, prosiguen:

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos
y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.

La invocación a continuación corresponde a la forma II. También puede decir , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Señor, ten misericordia de nosotros.
R.Porque hemos pecado contra ti.

El sacerdote prosigue:

V.Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R.Y danos tu salvación.

La invocación a continuación corresponde a Tú que has sido enviado para sanar a los contritos de corazón (forma III). También puede decir , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que has sido enviado para sanar a los contritos de corazón:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que has venido a llamar a los pecadores:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que estás sentado a la derecha del Padre
para interceder por nosotros:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que has destruido el pecado y la muerte (Pascua). También puede decir , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que has destruido el pecado y la muerte
con tu resurrección:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que has renovado la creación entera con tu resurrección:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que das la alegría a los vivos
y la vida a los muertos con tu resurrección:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú, el Primogénito de entre los muertos (Pascua). También puede decir , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú, el Primogénito de entre los muertos:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú, el Vencedor del pecado y de la muerte:
Cristo, ten piedad
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú, la Resurrección y la Vida:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que resucitaste lleno de gloria (Pascua). También puede decir , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que resucitaste lleno de gloria:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que nos haces pasar de la muerte a la Vida:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que nos llamas a vivir como resucitados:
Señor, ten piedad
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que eres nuestro Buen Pastor resucitado (Pascua). También puede decir , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que eres nuestro Buen Pastor resucitado:
Señor, ten piedad
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que nos das la Vida en abundancia:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que nos congregas en un solo rebaño:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que al resucitar renuevas todas las cosas (Pascua). También puede decir , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que al resucitar renuevas todas las cosas:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que nos llamas a transformar el mundo:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que harás participar a todo el universo
de la gloria de tu resurrección:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

Sigue la absolución del sacerdote.

V.Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
R.Amén.

Si se ha utilizado la forma I o forma II del Acto penitencial, siguien las invocaciones «Señor, ten piedad» («Kýrie eléison»):

V.Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

Se pueden tomar las melodías del «Gradual Romano».

El sacerdote, con las manos juntas, dice:

Oremos.

Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de tiempo.

Entonces el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración colecta:

Oración colectaLa oración colecta expresa el carácter de la celebración. Por una tradición de la Iglesia, se dirige a Dios Padre, por Cristo en el Espíritu Santo.

Dios nuestro, que en tu providencia confiaste al papa san Pío V
la defensa de la fe y la solicitud por el culto divino,
te pedimos, por su intercesión,
que podamos participar siempre en tus santos misterios
con una fe viva y una caridad operante.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

R.Amén.

Liturgia de la PalabraLa Liturgia de la Palabra se constituye por lecturas de la Sagrada Escritura, cánticos que se intercalan entre ellas, la homilía, la profesión de fe y la oración universal u oración de los fieles.

Las siguientes lecturas corresponden a las lecturas del día. En su lugar pueden leerse .

Después, el lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan sentados.

Primera lecturaEn las lecturas, Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación, y le ofrece alimento espiritual.

De los Hechos de los Apóstoles 5, 17-26

Los hombres que ustedes arrestaron están en el Templo y enseñan al pueblo

El Sumo Sacerdote con todos sus partidarios, los de la secta de los saduceos, llenos de envidia, hicieron arrestar a los Apóstoles y los enviaron a la prisión pública.

Pero durante la noche, el Ángel del Señor abrió las puertas de la prisión y los hizo salir. Luego les dijo: «Vayan al Templo y anuncien al pueblo todo lo que se refiere a esta nueva Vida». Los Apóstoles, obedeciendo la orden, entraron en el Templo en las primeras horas del día, y se pusieron a enseñar.

Entre tanto, llegaron el Sumo Sacerdote y sus partidarios, convocaron al Sanedrín y a todo el Senado del pueblo de Israel, y mandaron a buscarlos a la cárcel. Cuando llegaron los guardias a la prisión, no los encontraron.

Entonces volvieron y dijeron: «Encontramos la prisión cuidadosamente cerrada y a los centinelas de guardia junto a las puertas, pero cuando las abrimos, no había nadie adentro».

Al oír esto, el jefe del Templo y los sumos sacerdotes quedaron perplejos y no podían explicarse qué había sucedido. En ese momento llegó uno, diciendo: «Los hombres que ustedes arrestaron, están en el Templo y enseñan al pueblo».

El jefe de la guardia salió con sus hombres y trajeron a los Apóstoles, pero sin violencia, por temor de ser apedreados por el pueblo.

V.Palabra de Dios.
R.Te alabamos, Señor.

El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la respuesta R.

Salmo responsorial 33, 2-9El salmo responsorial favorece la meditación de la Palabra de Dios.

R.El Señor escucha al pobre que lo invoca.

O bien:

R.Aleluya.

Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios.
Mi alma se gloría en el Señor:
que lo oigan los humildes y se alegren. R.

Glorifiquen conmigo al Señor,
alabemos su Nombre todos juntos.
Busqué al Señor: Él me respondió
y me libró de todos mis temores. R.

Miren hacia Él y quedarán resplandecientes,
y sus rostros no se avergonzarán.
Este pobre hombre invocó al Señor:
Él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.

El Ángel del Señor acampa
en torno de sus fieles, y los libra.
¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
¡Felices los que en Él se refugian! R.

Sigue el Aleluya, otro canto determinado por las rúbricas, según lo requiera el tiempo litúrgico, o la aclamación al Evangelio a continuación. Se canta estando todos de pie.

Aclamación al Evangelio Jn 3, 16En la aclamación al Evangelio, los fieles saludan al Señor antes de escuchar su palabra en el Evangelio.

Aleluya.
Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único;
todo el que cree en Él tiene Vida eterna.
Aleluya.

Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo pone en el incensario.

Si el diácono está presente, se realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono no está presente, se realiza .

El diácono que va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado ante el sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:

Padre, dame tu bendición.

El sacerdote, en voz baja, dice:

El Señor esté en tu corazón y en tus labios,
para que anuncies dignamente su Evangelio.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

El diácono se signa con la señal de la cruz y responde:

Amén.

Si el diácono no está presente, el sacerdote realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono está presente, se realiza .

El sacerdote, inclinado ante el altar, dice en secreto:

Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso,
para que pueda anunciar dignamente tu santo Evangelio.

Después el diácono, o el sacerdote, se dirige al ambón, acompañado por los ministros que llevan el incienso y los cirios, si es oportuno, y dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El diácono, o el sacerdote:

V.Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.

Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho.

El pueblo aclama:

R.Gloria a ti, Señor.

Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y proclama el Evangelio.

Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho. EvangelioEl Evangelio es el centro de la Liturgia de la Palabra, que los fieles deben escuchar con la mayor reverencia, reconociendo y proclamando la presencia de Dios que les habla.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 3, 16-21

Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por Él

Dijo Jesús:

«Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna.

Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.

En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas.

Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas. En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios».

V.Palabra del Señor.
R.Gloria a ti, Señor Jesús.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor, es la verdad,
y tu ley nuestra libertad.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor,
es lámpara que alumbra nuestros pasos.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor,
permanece por los siglos.

Después besa el libro, diciendo en secreto:

Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.

Luego se hace la homilía, que corresponde al sacerdote o al diácono, y que debe hacerse obligatoriamente todos los domingos y fiestas de precepto; se recomienda en los otros días.

Las siguientes lecturas corresponden a las lecturas facultativas de la memoria del día. En su lugar pueden leerse .

Después, el lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan sentados.

Primera lecturaEn las lecturas, Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación, y le ofrece alimento espiritual.

De la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 4, 1-5

Como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios

Hermanos:

Los hombres deben considerarnos simplemente como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, lo que se pide a un administrador es que sea fiel.

En cuanto a mí, poco me importa que me juzguen ustedes o un tribunal humano; ni siquiera yo mismo me juzgo. Es verdad que mi conciencia nada me reprocha, pero no por eso estoy justificado: mi juez es el Señor. Por eso, no hagan juicios prematuros. Dejen que venga el Señor: Él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y manifestará las intenciones secretas de los corazones. Entonces, cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.

V.Palabra de Dios.
R.Te alabamos, Señor.

El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la respuesta R.

Salmo responsorial 109, 1-4El salmo responsorial favorece la meditación de la Palabra de Dios.

R.¡Tú eres sacerdote para siempre!

Dijo el Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
mientras Yo pongo a tus enemigos
como estrado de tus pies». R.

El Señor extenderá
el poder de tu cetro:
«¡Domina desde Sión,
en medio de tus enemigos!» R.

«Tú eres príncipe desde tu nacimiento,
con esplendor de santidad;
Yo mismo te engendré como rocío,
desde el seno de la aurora». R.

El Señor lo ha jurado
y no se retractará:
«Tú eres sacerdote para siempre,
a la manera de Melquisedec». R.

Sigue el Aleluya, otro canto determinado por las rúbricas, según lo requiera el tiempo litúrgico, o la aclamación al Evangelio a continuación. Se canta estando todos de pie.

Aclamación al Evangelio Jn 10, 14En la aclamación al Evangelio, los fieles saludan al Señor antes de escuchar su palabra en el Evangelio.

Aleluya.
«Yo soy el buen Pastor:
conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí», dice el Señor.
Aleluya.

Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo pone en el incensario.

Si el diácono está presente, se realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono no está presente, se realiza .

El diácono que va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado ante el sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:

Padre, dame tu bendición.

El sacerdote, en voz baja, dice:

El Señor esté en tu corazón y en tus labios,
para que anuncies dignamente su Evangelio.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

El diácono se signa con la señal de la cruz y responde:

Amén.

Si el diácono no está presente, el sacerdote realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono está presente, se realiza .

El sacerdote, inclinado ante el altar, dice en secreto:

Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso,
para que pueda anunciar dignamente tu santo Evangelio.

Después el diácono, o el sacerdote, se dirige al ambón, acompañado por los ministros que llevan el incienso y los cirios, si es oportuno, y dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El diácono, o el sacerdote:

V.Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.

Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho.

El pueblo aclama:

R.Gloria a ti, Señor.

Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y proclama el Evangelio.

Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho. EvangelioEl Evangelio es el centro de la Liturgia de la Palabra, que los fieles deben escuchar con la mayor reverencia, reconociendo y proclamando la presencia de Dios que les habla.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 21, 1. 15-17

Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas

Habiéndose aparecido Jesús resucitado a sus discípulos, después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»

Él le respondió: «Sí, Señor, Tú sabes que te quiero».

Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos».

Le volvió a decir por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»

Él le respondió: «Sí, Señor, sabes que te quiero».

Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas».

Le preguntó por tercera vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»

Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: «Señor, Tú lo sabes todo; sabes que te quiero».

Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas».

V.Palabra del Señor.
R.Gloria a ti, Señor Jesús.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor, es la verdad,
y tu ley nuestra libertad.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor,
es lámpara que alumbra nuestros pasos.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor,
permanece por los siglos.

Después besa el libro, diciendo en secreto:

Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.

Luego se hace la homilía, que corresponde al sacerdote o al diácono, y que debe hacerse obligatoriamente todos los domingos y fiestas de precepto; se recomienda en los otros días.

Después se hace la oración universal u oración de los fieles.

Oración universal

La oración universal u oración de los fieles se desarrolla de la siguiente manera:

Invitatorio

El sacerdote invita a los fieles a orar, por medio de una breve monición.

Intenciones

Las intenciones son propuestas por un diácono o, si no lo hay, por un lector o por otra persona idónea.

El pueblo manifiesta su participación con una invocación u orando en silencio.

La sucesión de intenciones ordinariamente debe ser la siguiente:

a. Por las necesidades de la Iglesia.
b. Por los gobernantes y por la salvación del mundo entero.
c. Por aquellos que se encuentran en necesidades particulares.
d. Por la comunidad local.

Conclusión

El sacerdote termina la plegaria común con una oración conclusiva.

Liturgia EucarísticaLa liturgia eucarística está compuesta por la preparación y ofrenda de los dones, la plegaria eucarística y la comunión. Esta estructura se basa en los actos que Jesucristo realizó durante la Última Cena, cuando tomó el pan y el vino, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio a sus discípulos.

Terminado lo anterior, puede comenzar el canto para el ofertorio. Mientras tanto, los ministros colocan sobre el altar el corporal, el purificador, el cáliz, la palia y el misal.

Conviene que los fieles expresen su participación en la ofrenda, bien sea llevando el pan y el vino para la celebración de la Eucaristía, bien presentando otros dones para las necesidades de la Iglesia o de los pobres.

El sacerdote, de pie junto al altar, toma la patena con el pan y, teniéndola con ambas manos un poco elevada sobre el altar, dice en voz baja:

Bendito seas, Señor, Dios del Universo,
por este pan,
fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.

Después, deja sobre el corporal la patena con el pan.

Si no se hace el canto para el ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz alta; al final, el pueblo puede aclamar:

R.Bendito seas por siempre, Señor.

El diácono, o el sacerdote, echa vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto:

Por el misterio de esta agua y este vino,
haz que compartamos la divinidad
de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.

Después, el sacerdote toma el cáliz y, teniéndolo con ambas manos un poco elevado sobre el altar, dice en voz baja:

Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este vino
fruto de la vid y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.

Después deja sobre el corporal el cáliz.

Si no se hace el canto para el ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz alta; al final, el pueblo puede aclamar:

R.Bendito seas por siempre, Señor.

Luego, el sacerdote, inclinado profundamente, dice en secreto:

Acepta, Señor, nuestro corazón contrito
y nuestro espíritu humilde;
que éste sea hoy nuestro sacrificio
y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.

Y, si es oportuno, inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. Después el diácono, u otro ministro, inciensa al sacerdote y al pueblo.

Luego el sacerdote, de pie a un lado del altar, se lava las manos, diciendo en secreto:

Lava del todo mi delito, Señor,
y limpia mi pecado.

Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :

V.Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y de ustedes,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :

V.En el momento de ofrecer el sacrificio de toda la Iglesia,
oremos a Dios, Padre todopoderoso.

Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :

V.Oremos, hermanos, para que, llevando al altar
los gozos y las fatigas de cada día,
nos dispongamos a ofrecer el sacrificio
agradable a Dios, Padre todopoderoso.

El pueblo se pone de pie y responde:

R.El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.

Luego el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas.

En lugar de la siguiente oración puede decirse .

Oración sobre las ofrendas (misa 1 para un papa u obispo)Depositadas las ofrendas y concluidos los ritos que las acompañan, se dice la oración sobre las ofrendas. El pueblo se une a la súplica, respondiendo «Amén».

Recibe, Padre, este sacrificio de tu pueblo,
para que los dones ofrecidos a ti
en honor de san Pío V,
sean para nuestra salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

En lugar de la siguiente oración puede decirse .

Oración sobre las ofrendas (misa 2 para un papa u obispo)Depositadas las ofrendas y concluidos los ritos que las acompañan, se dice la oración sobre las ofrendas. El pueblo se une a la súplica, respondiendo «Amén».

En la fiesta de san Pío V, te pedimos, Señor,
que sea de provecho para nosotros este sacrificio,
por el cual quisiste borrar los pecados del mundo
Por Jesucristo, nuestro Señor.

R.Amén.

Entonces el sacerdote empieza la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , o .

Prefacio de Pascua IEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

El misterio pascual

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este tiempo
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Porque Él es el verdadero Cordero
que quitó el pecado del mundo;
muriendo destruyó nuestra muerte
y resucitando restauró nuestra vida.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Por eso con los ángeles y los arcángeles,
y con todos los coros celestiales,
cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , o .

Prefacio de Pascua IIEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

La nueva vida en Cristo

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este tiempo
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Por Él, los hijos de la luz nacen a la Vida eterna,
y se abren para los creyentes
las puertas del reino de los cielos,
porque en la muerte de Cristo
nuestra muerte ha sido vencida,
y en su Resurrección
todos hemos resucitado a la Vida.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , o .

Prefacio de Pascua IIIEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

Cristo vive para interceder siempre por nosotros

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este tiempo
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Él sigue ofreciéndose por nosotros
e intercede constantemente en nuestro favor;
inmolado ya no muere más,
muerto vive para siempre.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , o .

Prefacio de Pascua IVEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

La restauración del universo por el misterio pascual

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este tiempo
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Porque con la destrucción del pecado
son renovadas todas las cosas,
y queda restaurada en Cristo
la plenitud de nuestra vida.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , o .

Prefacio de Pascua VEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

Cristo, sacerdote y víctima

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este tiempo
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Por la ofrenda de su Cuerpo realizada en la cruz,
él llevó a su plenitud
los sacrificios de la antigua alianza
y al entregarse a ti, Padre, para salvarnos,
se hizo por nosotros sacerdote, altar y víctima.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar de la siguiente antífona puede decirse .

Antífona de Comunión Cf. Jn 10, 11 (misa 1 para un papa u obispo)Durante la Comunión, cuando no hay canto, puede decirse la antífona de Comunión. Pueden hacerlo los fieles en general, o algunos de ellos, un lector o incluso el propio sacerdote después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.

El buen pastor dio la vida por sus ovejas. Aleluya.

En lugar de la siguiente antífona puede decirse .

Antífona de Comunión Cf. Jn 21, 17 (misa 2 para un papa u obispo)Durante la Comunión, cuando no hay canto, puede decirse la antífona de Comunión. Pueden hacerlo los fieles en general, o algunos de ellos, un lector o incluso el propio sacerdote después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.

Señor, Tú lo sabes todo;
sabes que te quiero. Aleluya.

En lugar de la siguiente oración puede decirse .

Oración después de la Comunión (misa 1 para un papa u obispo)Al concluir la Comunión, el sacerdote dice la Oración después de la Comunión, rogando por los frutos del misterio que se ha celebrado.

Señor y Dios nuestro, te pedimos que estos sacramentos recibidos
acrecienten en nosotros el ardor de ese amor
que encendió a san Pío V,
y lo impulsó a entregarse con todas sus fuerzas
por el bien de la Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

En lugar de la siguiente oración puede decirse .

Oración después de la Comunión (misa 2 para un papa u obispo)Al concluir la Comunión, el sacerdote dice la Oración después de la Comunión, rogando por los frutos del misterio que se ha celebrado.

Concédenos, Señor Dios,
la gracia de experimentar los frutos de estos dones,
recibidos en el día de la conmemoración de san Pío V,
y haz que nos ayuden en esta vida
y nos alcancen los gozos de la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Rito de la conclusiónEl rito de conclusión incluye: breves avisos, saludo y bendición del sacerdote, despedida del pueblo, beso del altar por parte del sacerdote y del diácono, e inclinación profunda al altar por parte del sacerdote, diácono y otros ministros.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse o .

Bendición finalEn la bendición final el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse o .

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (1)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Padre, muestra tu bondad sobre tu pueblo,
al que llamas a la felicidad eterna
y no lo prives de tu consuelo en esta vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (2)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede, Señor, a tus fieles
conocer la fe que proclaman
y amar el don celestial que celebran.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (3)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Padre, bendice con generosidad a tu pueblo
para que se aparte de todo lo que le hace daño
y obtenga el cumplimiento de sus deseos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (4)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede, Señor, a tu pueblo convertirse a ti de todo corazón,
y ya que no rechazas ni aun a los culpables,
protege con especial bondad
a quienes se entregan sinceramente a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (5)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ilumina bondadosamente a tu familia, Señor,
para que buscando en todo tu voluntad,
realice siempre lo que es bueno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (6)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede, Señor, a tus fieles la misericordia y la paz
para que sean purificados de sus pecados
y con serenidad interior,
te sirvan con generosa disposición.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (7)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Mira, Señor, a tu pueblo fiel, y robustécelo con tu gracia
para que pueda cumplir siempre tus mandamientos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (8)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ten piedad de tu pueblo, Señor,
para que, libre de todo mal,
te sirva de todo corazón
y permanezca siempre bajo tu protección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (9)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Alégrese tu familia, Padre, por los misterios que celebra
y alcance siempre su poderosa eficacia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (10)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Señor Dios, enriquece y confirma a tus hijos
con la abundancia de tu misericordia;
para que, colmados con tus bendiciones,
vivamos siempre en la acción de gracias
y te bendigamos llenos de alegría.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (11)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Protege siempre, Señor, a tu familia con inalterable cariño
para que se mantenga libre de todas las adversidades
y se dedique a las buenas acciones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (12)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Purifica, Señor, en alma y cuerpo a tus fieles
para que, conducidos por ti,
eviten todo lo que pueda apartarlos del bien
y permanezcan fielmente en tu compañía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (13)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Que tu bendición, Señor,
infunda nuevo vigor en tus hijos,
y prepare sus corazones
para que todo su obrar se afiance en la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (14)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Los corazones de tus fieles imploran tu auxilio, Señor,
ya que sin ti nada pueden,
para que los colmes con tu misericordia,
conozcan lo que es bueno y recto,
y reciban las promesas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (15)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ayuda, Padre, al pueblo que te implora
y fortalece la fragilidad humana,
para que, consagrándose a ti con un corazón puro,
se alegre en la vida presente y futura.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (16)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Mira bondadosamente a tu familia, Padre,
y concédele tu misericordia
para que podamos cumplir tus mandamientos de vida
los que sin ti nada podemos alcanzar.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (17)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Padre, aumenta en tus fieles la gracia celestial:
para que te alabemos con los labios, con el alma, con la vida,
y porque es tuyo todo lo que somos
sea también para ti lo que vivamos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (18)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Instruye, Señor, a tu pueblo con las enseñanzas divinas
para que, evitando todo lo malo
y siguiendo todo lo bueno,
reciba la gracia del Padre misericordioso
y no la sentencia del Juez.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (19)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ayuda, Señor a los que te suplican
y ponen su esperanza en tu misericordia,
para que, perseverando en una vida santa
consigan los bienes temporales que necesitan
y sean herederos de las promesas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (20)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede a tu pueblo, Padre, tu misericordia
para que la obra que tú creaste,
reparada por tu gracia,
alcance la plenitud de la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (21)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Te pedimos, Padre, que tu pueblo fiel,
inspirado por ti y movido por el arrepentimiento saludable,
cumpla con alegría lo que pides,
para obtener lo que prometes.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (22)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Señor, mira compadecido la fragilidad de tu pueblo,
para que la súplica fiel alcance tu misericordia
y reciba de tu bondad lo que no se atreve a pedir por sus propios méritos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (23)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Defiende, Padre, a tus hijos con tu diestra poderosa
y haz que, cumpliendo siempre tu voluntad,
sean protegidos por tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (24)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Escucha, Padre, las oraciones de tu familia
y asiste a quienes te imploran humildemente,
para que, fortalecidos con tu ayuda,
perseveren en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (25)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Protege, Señor a tu familia,
y concédele propicio tu misericordia
para que, por la fidelidad a las enseñanzas divinas,
aumente la gracia en nosotros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (26)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Te pedimos, Señor, que el pueblo que sostienes con tu diestra poderosa,
se alegre por crecer en la vida cristiana,
y se regocije por los bienes presentes y futuros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (27)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Señor, que el pueblo cristiano se alegre por la glorificación de tus santos,
y ya que ahora celebra con fervor su fiesta,
concédele compartir su herencia y alabar tu gloria para siempre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (28)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Vuelve, Señor, hacia ti los corazones de tus fieles,
y no dejes de sostener con tu ayuda
a quienes defiendes por la intercesión
de tan grandes protectores.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Fiesta de un santo

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Dios, nuestro Padre,
que nos ha congregado para celebrar hoy la fiesta de san Pío V,
los bendiga, proteja y confirme en su paz.
R.Amén.

V.Cristo, el Señor,
que ha manifestado en san Pío V
la fuerza renovadora del misterio pascual,
los haga auténticos testigos de su Evangelio.
R.Amén.

V.El Espíritu Santo,
que en san Pío V nos ha ofrecido un ejemplo de caridad evangélica,
les conceda la gracia de acrecentar en la Iglesia
la verdadera comunión de fe y amor.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , , o .

V.Pueden ir en paz. Aleluya, aleluya.
R.Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , , o .

V.La alegría del Señor sea nuestra fuerza.
Pueden ir en paz. Aleluya, aleluya.
R.Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , , o .

V.Glorifiquen al Señor con su vida.
Pueden ir en paz. Aleluya, aleluya.
R.Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , , o .

V.En el nombre del Señor, pueden ir en paz. Aleluya, aleluya.
R.Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , , o .

V.Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado.
Pueden ir en paz. Aleluya, aleluya.
R.Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.