San Patricio, obispo
Misa: (Común de pastores: para un obispo)
17 de marzo de 2025
(385-461) Nació en Escocia. Fue llevado cautivo a Irlanda. Una vez libre, fue ordenado sacerdote y después obispo sucediendo al primer obispo de Irlanda, Paladio. Evangelizó Irlanda de donde es patrono. Fue un hombre de oración y penitencia; escribió su «Confessio» a imagen de la segunda carta a los Corintios de san Pablo. Consustanciado con la doctrina del Concilio de Nicea, hacía uso de una hoja de trébol para explicar el misterio de la Trinidad. Murió en Down (Irlanda) después de una vida de intenso apostolado.
¿Correcciones? ¿Comentarios? ¿Sugerencias? ¡Escríbenos!
Índice
Ritos iniciales
Liturgia de la Palabra
Liturgia Eucarística
Rito de la conclusión
Ritos inicialesLos ritos iniciales tienen carácter introductorio y de preparación.
Reunido el pueblo, el sacerdote se dirige al altar, con los ministros, mientras se entona el canto de entrada o se dice la antífona de entrada a continuación:
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de entrada (misa 1 para un papa u obispo)La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.
El Señor lo eligió como sumo sacerdote,
y abriendo sus tesoros lo colmó de bienes.
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de entrada Cf. Eclo 50, 1; 44, 16. 22 (misa 1 para un papa u obispo)La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.
Este Sumo Sacerdote durante su vida agradó al Señor:
Él lo hizo grande por su promesa para bien de su pueblo.
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de entrada Cf. Eclo 45, 30 (misa 2 para un papa u obispo)La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.
El Señor hizo con él una alianza de paz y lo constituyó jefe,
confiriéndole para siempre la dignidad sacerdotal.
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de entrada Cf. Ez 34, 11. 23-24 (misa 1 para un obispo)La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor,
y suscitaré un pastor que las apaciente:
Yo, el Señor, seré su Dios.
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de entrada Cf. Lc 12, 42 (misa 1 y 2 para un obispo)La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.
Éste es el administrador fiel y prudente,
a quien el Señor puso al frente de su casa
para distribuir la ración de trigo en el momento oportuno.
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de entrada Cf. 1 Sam 2, 35 (misa 2 para un obispo)La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.
Me suscitaré un sacerdote fiel,
que obrará conforme a mi corazón, dice el Señor.
Cuando llega al altar, habiendo hecho con los ministros una inclinación profunda, venera el altar con un beso y, si es oportuno, inciensa la cruz y el altar. Después se dirige con los ministros a la sede.
Saludo
Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:
V.En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.Los versículos V. no son dichos por el pueblo.
R.Amén.Las respuestas R. son dichas por el pueblo.
Después el sacerdote, extendiendo las manos, saluda al pueblo, diciendo:
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.La gracia de nuestro Señor Jesucristo,
el amor de Dios Padre
y la comunión del Espíritu Santo
estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre,
y de Jesucristo el Señor,
estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.La paz esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.La gracia y el amor de Jesucristo,
que nos llama a la conversión,
esté con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.Que el Espíritu de Dios
nos ayude a responder dócilmente a su llamado penitencial,
y que su gracia salvadora
permanezca con cada uno de ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.Que el Señor Jesús los encamine
hacia el amor de Dios Padre
y les dé la perseverancia
para renovar su compromiso bautismal,
y que su amor misericordioso
descienda y esté con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.De parte de Dios Padre y de Jesucristo,
que nos amó y nos purificó de nuestros pecados
con su sangre,
gracia y paz a todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.
El sacerdote o el diácono, u otro ministro, puede hacer una monición muy breve para introducir a los fieles en la Misa del día.
Acto penitencialEn el Acto penitencial se realiza una confesión general de toda la comunidad. Nótese que el Acto penitencial carece de la eficacia del sacramento de la Penitencia.El domingo, especialmente en el tiempo pascual, en lugar del Acto penitencial habitual, en algunas ocasiones puede hacerse la bendición y aspersión del agua en memoria del Bautismo.
A continuación se hace el Acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:
En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .
V.Hermanos:
Para celebrar dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.
En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .
V.El Señor Jesús,
que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía,
nos llama ahora a la conversión.
Reconozcamos, pues, que somos pecadores
e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .
V.Humildes y penitentes, como el publicano en el templo,
acerquémonos al Dios justo,
y pidámosle que tenga piedad de nosotros,
que también nos reconocemos pecadores.
En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .
V.Jesucristo, el justo, intercede por nosotros
y nos reconcilia con el Padre.
Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepentimiento,
para acercarnos a la mesa del Señor.
En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .
V.Pidamos perdón a Dios de todo corazón.
Se hace una breve pausa en silencio.
La invocación a continuación corresponde a la forma I. También puede decir , , , , , , o .
Después, todos hacen en común la fórmula de la confesión general:
R.Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión;
Y, golpeándose el pecho, dicen:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Luego, prosiguen:
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos
y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
La invocación a continuación corresponde a la forma II. También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Señor, ten misericordia de nosotros.
R.Porque hemos pecado contra ti.
El sacerdote prosigue:
V.Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R.Y danos tu salvación.
La invocación a continuación corresponde a Tú que has sido enviado para sanar a los contritos de corazón (forma III). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que has sido enviado para sanar a los contritos de corazón:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que has venido a llamar a los pecadores:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que estás sentado a la derecha del Padre
para interceder por nosotros:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Tú que fuiste tentado por el Espíritu del mal (Cuaresma). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que fuiste tentado por el Espíritu del mal:
Señor, ten piedad
R.Señor, ten piedad.V.Tú que venciste la tentación con la Palabra de Dios:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que nos llamas a compartir tu victoria:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Tú que perdonas nuestros pecados (Cuaresma). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que perdonas nuestros pecados:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que nos llamas a hacer penitencia:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que confiaste a la Iglesia el signo de tu perdón:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Tú que borras nuestras culpas (Cuaresma). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que borras nuestras culpas:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que creas en nosotros un corazón puro:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que nos devuelves la alegría de la salvación:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Tú que borras nuestras culpas (Cuaresma). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que conoces nuestros pensamientos:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que iluminas las tinieblas de nuestro corazón:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que nos exhortas a una sincera conversión:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Tú que nos hiciste renacer por el agua y el Espíritu Santo (Cuaresma). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que nos hiciste renacer por el agua y el Espíritu Santo:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que nos convertiste en nuevas creaturas:
Cristo, ten piedad
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que nos invitas a renovar nuestro Bautismo:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Tú que llevaste a la Cruz nuestros pecados (Cuaresma). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que llevaste a la Cruz nuestros pecados:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que resucitaste para nuestra justificación:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que no quieres la muerte del pecador,
sino que se convierta y viva:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
Sigue la absolución del sacerdote.
V.Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
R.Amén.
Si se ha utilizado la forma I o forma II del Acto penitencial, siguien las invocaciones «Señor, ten piedad» («Kýrie eléison»):
V.Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
Se pueden tomar las melodías del «Gradual Romano».
El sacerdote, con las manos juntas, dice:
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de tiempo.
Entonces el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración colecta:
Oración colectaLa oración colecta expresa el carácter de la celebración. Por una tradición de la Iglesia, se dirige a Dios Padre, por Cristo en el Espíritu Santo.
Señor y Dios nuestro,
que enviaste al obispo san Patricio
para evangelizar a los pueblos de Irlanda,
concédenos, por sus méritos e intercesión,
que cuantos nos gloriamos con el nombre de cristianos
anunciemos siempre tus maravillas a los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
R.Amén.
Liturgia de la PalabraLa Liturgia de la Palabra se constituye por lecturas de la Sagrada Escritura, cánticos que se intercalan entre ellas, la homilía, la profesión de fe y la oración universal u oración de los fieles.
Las siguientes lecturas corresponden a las lecturas del día. En su lugar pueden leerse .
Después, el lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan sentados.
Primera lecturaEn las lecturas, Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación, y le ofrece alimento espiritual.
Del libro del profeta Daniel 9, 4b-10
Nosotros hemos pecado, hemos faltado
¡Ah, Señor, Dios, el Grande, el Temible, el que mantiene la alianza y la fidelidad con aquéllos que lo aman y observan sus mandamientos!
Nosotros hemos pecado, hemos faltado, hemos hecho el mal, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y tus preceptos. No hemos escuchado a tus servidores los profetas, que hablaron en tu Nombre a nuestros reyes, a nuestros jefes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país.
¡A ti, Señor, la justicia! A nosotros, en cambio, la vergüenza reflejada en el rostro, como les sucede en este día a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los que están cerca y a los que están lejos, en todos los países adonde Tú los expulsaste, a causa de la infidelidad que cometieron contra ti.
¡A nosotros, Señor, la vergüenza reflejada en el rostro, y también a nuestros reyes, a nuestros jefes y a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti! ¡Al Señor, nuestro Dios, la misericordia y el perdón, porque nos hemos rebelado contra Él! Nosotros no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios, para seguir sus leyes, que Él puso delante de nosotros por medio de sus servidores los profetas.
V.Palabra de Dios.
R.Te alabamos, Señor.
El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la respuesta R.
Salmo responsorial 78, 8-9. 11. 13El salmo responsorial favorece la meditación de la Palabra de Dios.
R.¡No nos trates según nuestros pecados, Señor!
No recuerdes para nuestro mal
las culpas de otros tiempos;
compadécete pronto de nosotros,
porque estamos totalmente abatidos. R.
Ayúdanos, Dios salvador nuestro,
por el honor de tu Nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados,
a causa de tu Nombre. R.
Llegue hasta tu presencia
el lamento de los cautivos,
preserva con tu brazo poderoso
a los que están condenados a muerte. R.
Y nosotros, que somos tu pueblo y las ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias para siempre,
y cantaremos tus alabanzas
por todas las generaciones. R.
Sigue un canto determinado por las rúbricas, según lo requiera el tiempo litúrgico, o la aclamación al Evangelio a continuación. Se canta estando todos de pie.
Aclamación al Evangelio Cf. Jn 6, 63c. 68cEn la aclamación al Evangelio, los fieles saludan al Señor antes de escuchar su palabra en el Evangelio.
Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida;
Tú tienes palabras de Vida eterna.
Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo pone en el incensario.
Si el diácono está presente, se realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono no está presente, se realiza .
El diácono que va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado ante el sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:
Padre, dame tu bendición.
El sacerdote, en voz baja, dice:
El Señor esté en tu corazón y en tus labios,
para que anuncies dignamente su Evangelio.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠ y del Espíritu Santo.
El diácono se signa con la señal de la cruz y responde:
Amén.
Si el diácono no está presente, el sacerdote realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono está presente, se realiza .
El sacerdote, inclinado ante el altar, dice en secreto:
Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso,
para que pueda anunciar dignamente tu santo Evangelio.
Después el diácono, o el sacerdote, se dirige al ambón, acompañado por los ministros que llevan el incienso y los cirios, si es oportuno, y dice:
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
El diácono, o el sacerdote:
V.Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.
Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
R.Gloria a ti, Señor.
Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y proclama el Evangelio.
✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho. EvangelioEl Evangelio es el centro de la Liturgia de la Palabra, que los fieles deben escuchar con la mayor reverencia, reconociendo y proclamando la presencia de Dios que les habla.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 6, 36-38
Perdonen y serán perdonados
Jesús dijo a sus discípulos:
«Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes».
V.Palabra del Señor.
R.Gloria a ti, Señor Jesús.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor, es la verdad,
y tu ley nuestra libertad.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor,
es lámpara que alumbra nuestros pasos.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor,
permanece por los siglos.
Después besa el libro, diciendo en secreto:
Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.
Luego se hace la homilía, que corresponde al sacerdote o al diácono, y que debe hacerse obligatoriamente todos los domingos y fiestas de precepto; se recomienda en los otros días.
Las siguientes lecturas corresponden a las lecturas facultativas de la memoria del día. En su lugar pueden leerse .
Después, el lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan sentados.
Primera lecturaEn las lecturas, Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación, y le ofrece alimento espiritual.
De la primera carta del Apóstol san Pedro 4, 7b-11
Pongan al servicio de los demás los dones que han recibido
Queridos hermanos:
Tengan la moderación y la sobriedad necesarias para poder orar. Sobre todo, ámense profundamente los unos a los otros, porque el amor cubre todos los pecados. Practiquen la hospitalidad, sin quejarse.
Pongan al servicio de los demás los dones que han recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que ha recibido el don de la Palabra, que la enseñe como Palabra de Dios. El que ejerce un ministerio, que lo haga como quien recibe de Dios ese poder, para que Dios sea glorificado en todas las cosas, por Jesucristo. ¡A Él sea la gloria y el poder, por los siglos de los siglos! Amén.
V.Palabra de Dios.
R.Te alabamos, Señor.
El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la respuesta R.
Salmo responsorial 95, 1-3. 7-8a. 10El salmo responsorial favorece la meditación de la Palabra de Dios.
R.Anuncien las maravillas del Señor por todos los pueblos.
Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre. R.
Día tras día, proclamen su victoria.
Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos. R.
Aclamen al Señor, familias de los pueblos,
aclamen la gloria y el poder del Señor;
aclamen la gloria del Nombre del Señor. R.
Digan entre las naciones: «¡El Señor reina!
El mundo está firme y no vacilará.
El Señor juzgará a los pueblos con rectitud». R.
Sigue un canto determinado por las rúbricas, según lo requiera el tiempo litúrgico, o la aclamación al Evangelio a continuación. Se canta estando todos de pie.
Aclamación al Evangelio Mc 1, 17En la aclamación al Evangelio, los fieles saludan al Señor antes de escuchar su palabra en el Evangelio.
«Síganme, y Yo los haré pescadores de hombres», dice el Señor.
Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo pone en el incensario.
Si el diácono está presente, se realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono no está presente, se realiza .
El diácono que va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado ante el sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:
Padre, dame tu bendición.
El sacerdote, en voz baja, dice:
El Señor esté en tu corazón y en tus labios,
para que anuncies dignamente su Evangelio.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠ y del Espíritu Santo.
El diácono se signa con la señal de la cruz y responde:
Amén.
Si el diácono no está presente, el sacerdote realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono está presente, se realiza .
El sacerdote, inclinado ante el altar, dice en secreto:
Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso,
para que pueda anunciar dignamente tu santo Evangelio.
Después el diácono, o el sacerdote, se dirige al ambón, acompañado por los ministros que llevan el incienso y los cirios, si es oportuno, y dice:
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
El diácono, o el sacerdote:
V.Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.
Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
R.Gloria a ti, Señor.
Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y proclama el Evangelio.
✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho. EvangelioEl Evangelio es el centro de la Liturgia de la Palabra, que los fieles deben escuchar con la mayor reverencia, reconociendo y proclamando la presencia de Dios que les habla.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 5, 1-11
Si Tú lo dices, echaré las redes
En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y Él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen las redes».
Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si Tú lo dices, echaré las redes». Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: «Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador». El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres».
Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.
V.Palabra del Señor.
R.Gloria a ti, Señor Jesús.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor, es la verdad,
y tu ley nuestra libertad.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor,
es lámpara que alumbra nuestros pasos.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor,
permanece por los siglos.
Después besa el libro, diciendo en secreto:
Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.
Luego se hace la homilía, que corresponde al sacerdote o al diácono, y que debe hacerse obligatoriamente todos los domingos y fiestas de precepto; se recomienda en los otros días.
Después se hace la oración universal u oración de los fieles.
Oración universal
La oración universal u oración de los fieles se desarrolla de la siguiente manera:
Invitatorio
El sacerdote invita a los fieles a orar, por medio de una breve monición.
Intenciones
Las intenciones son propuestas por un diácono o, si no lo hay, por un lector o por otra persona idónea.
El pueblo manifiesta su participación con una invocación u orando en silencio.
La sucesión de intenciones ordinariamente debe ser la siguiente:
a. Por las necesidades de la Iglesia.
b. Por los gobernantes y por la salvación del mundo entero.
c. Por aquellos que se encuentran en necesidades particulares.
d. Por la comunidad local.
Conclusión
El sacerdote termina la plegaria común con una oración conclusiva.
Liturgia EucarísticaLa liturgia eucarística está compuesta por la preparación y ofrenda de los dones, la plegaria eucarística y la comunión. Esta estructura se basa en los actos que Jesucristo realizó durante la Última Cena, cuando tomó el pan y el vino, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio a sus discípulos.
Terminado lo anterior, puede comenzar el canto para el ofertorio. Mientras tanto, los ministros colocan sobre el altar el corporal, el purificador, el cáliz, la palia y el misal.
Conviene que los fieles expresen su participación en la ofrenda, bien sea llevando el pan y el vino para la celebración de la Eucaristía, bien presentando otros dones para las necesidades de la Iglesia o de los pobres.
El sacerdote, de pie junto al altar, toma la patena con el pan y, teniéndola con ambas manos un poco elevada sobre el altar, dice en voz baja:
Bendito seas, Señor, Dios del Universo,
por este pan,
fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Después, deja sobre el corporal la patena con el pan.
Si no se hace el canto para el ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz alta; al final, el pueblo puede aclamar:
R.Bendito seas por siempre, Señor.
El diácono, o el sacerdote, echa vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto:
Por el misterio de esta agua y este vino,
haz que compartamos la divinidad
de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.
Después, el sacerdote toma el cáliz y, teniéndolo con ambas manos un poco elevado sobre el altar, dice en voz baja:
Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este vino
fruto de la vid y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Después deja sobre el corporal el cáliz.
Si no se hace el canto para el ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz alta; al final, el pueblo puede aclamar:
R.Bendito seas por siempre, Señor.
Luego, el sacerdote, inclinado profundamente, dice en secreto:
Acepta, Señor, nuestro corazón contrito
y nuestro espíritu humilde;
que éste sea hoy nuestro sacrificio
y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.
Y, si es oportuno, inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. Después el diácono, u otro ministro, inciensa al sacerdote y al pueblo.
Luego el sacerdote, de pie a un lado del altar, se lava las manos, diciendo en secreto:
Lava del todo mi delito, Señor,
y limpia mi pecado.
Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :
V.Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y de ustedes,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :
V.En el momento de ofrecer el sacrificio de toda la Iglesia,
oremos a Dios, Padre todopoderoso.
Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :
V.Oremos, hermanos, para que, llevando al altar
los gozos y las fatigas de cada día,
nos dispongamos a ofrecer el sacrificio
agradable a Dios, Padre todopoderoso.
El pueblo se pone de pie y responde:
R.El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.
Luego el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas.
En lugar de la siguiente oración puede decirse , o .
Oración sobre las ofrendas (misa 1 para un papa u obispo)Depositadas las ofrendas y concluidos los ritos que las acompañan, se dice la oración sobre las ofrendas. El pueblo se une a la súplica, respondiendo «Amén».
Recibe, Padre, este sacrificio de tu pueblo,
para que los dones ofrecidos a ti
en honor de san Patricio,
sean para nuestra salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En lugar de la siguiente oración puede decirse , o .
Oración sobre las ofrendas (misa 2 para un papa u obispo)Depositadas las ofrendas y concluidos los ritos que las acompañan, se dice la oración sobre las ofrendas. El pueblo se une a la súplica, respondiendo «Amén».
En la fiesta de san Patricio, te pedimos, Señor,
que sea de provecho para nosotros este sacrificio,
por el cual quisiste borrar los pecados del mundo
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En lugar de la siguiente oración puede decirse , o .
Oración sobre las ofrendas (misa 1 para un obispo)Depositadas las ofrendas y concluidos los ritos que las acompañan, se dice la oración sobre las ofrendas. El pueblo se une a la súplica, respondiendo «Amén».
Mira con bondad, Señor, las ofrendas
que traemos a tu altar en la fiesta de san Patricio,
de manera que, alcanzándonos el perdón, glorifiquen tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En lugar de la siguiente oración puede decirse , o .
Oración sobre las ofrendas (misa 2 para un obispo)Depositadas las ofrendas y concluidos los ritos que las acompañan, se dice la oración sobre las ofrendas. El pueblo se une a la súplica, respondiendo «Amén».
Te pedimos, Señor, que recibas las ofrendas de tu pueblo
en la fiesta de san Patricio,
y que, por él, nos concedas la ayuda de tu bondad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.
Entonces el sacerdote empieza la Plegaria eucarística.
En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , o .
Prefacio de Cuaresma IEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.
La significación espiritual de la Cuaresma
Extendiendo las manos, dice:
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
El sacerdote, elevando las manos, prosigue:
V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.
El sacerdote con la manos extendidas, dice:
V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.
El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro:
Porque concedes generosamente a tus fieles
disponerse a la celebración de la Pascua
con un corazón purificado,
para que, dedicados con mayor entrega
a la oración y a las obras de caridad,
y participando en los misterios que nos dieron nueva Vida,
lleguemos a ser plenamente hijos tuyos.
Por eso con los ángeles y los arcángeles,
y con todos los coros celestiales,
cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:
Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.
En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , o .
Prefacio de Cuaresma IIEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.
La penitencia cuaresmal
Extendiendo las manos, dice:
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
El sacerdote, elevando las manos, prosigue:
V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.
El sacerdote con la manos extendidas, dice:
V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.
El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque has establecido generosamente
un tiempo especial de gracia
para purificar el corazón de tus hijos,
de modo que, libres de todo afecto desordenado,
vivamos las realidades temporales
pero adhiriéndonos a las eternas.
Por eso, con los ángeles y santos
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.
En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , o .
Prefacio de Cuaresma IIIEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.
Los frutos de las privaciones voluntarias
Extendiendo las manos, dice:
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
El sacerdote, elevando las manos, prosigue:
V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.
El sacerdote con la manos extendidas, dice:
V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.
El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque con nuestras privaciones voluntarias
nos enseñas a reconocer y agradecer tus dones,
a dominar nuestro orgullo,
e imitar así tu generosidad
compartiendo nuestros bienes con los necesitados.
Por eso, con la multitud de los ángeles,
te alabamos diciendo a una sola voz:
Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.
En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , o .
Prefacio de Cuaresma IVEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.
Los frutos del ayuno
Extendiendo las manos, dice:
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
El sacerdote, elevando las manos, prosigue:
V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.
El sacerdote con la manos extendidas, dice:
V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.
El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque con el ayuno corporal
refrenas nuestras pasiones,
elevas nuestro espíritu
y nos das fuerza y recompensa
por Cristo, Señor nuestro.
Por Él, los ángeles y los coros celestiales
celebran tu gloria,
unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces
cantando humildemente tu alabanza:
Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.
En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , o .
Prefacio de Cuaresma VEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.
El camino del éxodo en el desierto cuaresmal
Extendiendo las manos, dice:
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
El sacerdote, elevando las manos, prosigue:
V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.
El sacerdote con la manos extendidas, dice:
V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.
El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.
En verdad es justo bendecir tu nombre,
Padre rico en misericordia,
ahora que, en nuestro itinerario hacia la luz pascual,
seguimos los pasos de Cristo,
maestro y modelo de la humanidad
reconciliada en el amor.
Tú abres a la Iglesia el camino de un nuevo éxodo
a través del desierto cuaresmal,
para que, llegados a la montaña santa,
con el corazón contrito y humillado
reavivemos nuestra vocación de pueblo de la alianza
convocado para bendecir tu nombre,
escuchar tu Palabra
y experimentar con gozo tus maravillas.
Por estos signos de salvación,
unidos a los ángeles, ministros de tu gloria,
proclamamos el canto de tu alabanza:
Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de Comunión Cf. Jn 10, 11 (misa 1 para un papa u obispo)Durante la Comunión, cuando no hay canto, puede decirse la antífona de Comunión. Pueden hacerlo los fieles en general, o algunos de ellos, un lector o incluso el propio sacerdote después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.
El buen pastor dio la vida por sus ovejas.
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de Comunión Cf. Jn 21, 17 (misa 2 para un papa u obispo)Durante la Comunión, cuando no hay canto, puede decirse la antífona de Comunión. Pueden hacerlo los fieles en general, o algunos de ellos, un lector o incluso el propio sacerdote después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.
Señor, Tú lo sabes todo;
sabes que te quiero.
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de Comunión Cf. Jn 15, 16 (misa 1 para un obispo)Durante la Comunión, cuando no hay canto, puede decirse la antífona de Comunión. Pueden hacerlo los fieles en general, o algunos de ellos, un lector o incluso el propio sacerdote después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.
Dice el Señor: No son ustedes los que me eligieron a mí,
sino Yo el que los elegí a ustedes,
y los destiné para que vayan y den fruto y ese fruto sea duradero.
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de Comunión Cf. Lc 12, 36-37 (misa 1 para un obispo)Durante la Comunión, cuando no hay canto, puede decirse la antífona de Comunión. Pueden hacerlo los fieles en general, o algunos de ellos, un lector o incluso el propio sacerdote después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.
Felices los servidores a quienes el Señor,
cuando regrese y llame a la puerta, los encuentre velando.
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de Comunión Jn 10, 10 (misa 2 para un obispo)Durante la Comunión, cuando no hay canto, puede decirse la antífona de Comunión. Pueden hacerlo los fieles en general, o algunos de ellos, un lector o incluso el propio sacerdote después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.
Dice el Señor: Yo he venido para que tengan vida,
y la tengan en abundancia.
En lugar de la siguiente antífona puede decirse , , , o .
Antífona de Comunión Cf. Mc 16, 17. 18 (misa 2 para un obispo)Durante la Comunión, cuando no hay canto, puede decirse la antífona de Comunión. Pueden hacerlo los fieles en general, o algunos de ellos, un lector o incluso el propio sacerdote después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.
Dice el Señor: Estos prodigios acompañarán a los que crean en mí:
arrojarán a los demonios, impondrán las manos sobre los enfermos,
y harán el bien.
En lugar de la siguiente oración puede decirse , o .
Oración después de la Comunión (misa 1 para un papa u obispo)Al concluir la Comunión, el sacerdote dice la Oración después de la Comunión, rogando por los frutos del misterio que se ha celebrado.
Señor y Dios nuestro, te pedimos que estos sacramentos recibidos
acrecienten en nosotros el ardor de ese amor
que encendió a san Patricio,
y lo impulsó a entregarse con todas sus fuerzas
por el bien de la Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En lugar de la siguiente oración puede decirse , o .
Oración después de la Comunión (misa 2 para un papa u obispo)Al concluir la Comunión, el sacerdote dice la Oración después de la Comunión, rogando por los frutos del misterio que se ha celebrado.
Concédenos, Señor Dios,
la gracia de experimentar los frutos de estos dones,
recibidos en el día de la conmemoración de san Patricio,
y haz que nos ayuden en esta vida
y nos alcancen los gozos de la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En lugar de la siguiente oración puede decirse , o .
Oración después de la Comunión (misa 1 para un obispo)Al concluir la Comunión, el sacerdote dice la Oración después de la Comunión, rogando por los frutos del misterio que se ha celebrado.
Renovados por tus sagrados misterios,
te suplicamos humildemente, Señor,
que, a ejemplo de san Patricio,
nos esforcemos por proclamar lo que él creyó
y practicar lo que enseñó.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En lugar de la siguiente oración puede decirse , o .
Oración después de la Comunión (misa 2 para un obispo)Al concluir la Comunión, el sacerdote dice la Oración después de la Comunión, rogando por los frutos del misterio que se ha celebrado.
Saciados con el sagrado Cuerpo y la preciosa Sangre de tu Hijo,
te suplicamos, Señor Dios nuestro,
que al celebrar con fervor estos misterios
se acreciente en nosotros tu redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Rito de la conclusiónEl rito de conclusión incluye: breves avisos, saludo y bendición del sacerdote, despedida del pueblo, beso del altar por parte del sacerdote y del diácono, e inclinación profunda al altar por parte del sacerdote, diácono y otros ministros.
En lugar de la siguiente bendición puede decirse o .
Bendición finalEn la bendición final el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse o .
Oración sobre el puebloEn la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Padre, fortalece los corazones de tus fieles
con el poder de tu gracia,
para que vivan más entregados a la oración
y sean sinceros en el amor mutuo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente bendición puede decirse o .
Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
Fiesta de un santo
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Dios, nuestro Padre,
que nos ha congregado para celebrar hoy la fiesta de san Patricio,
los bendiga, proteja y confirme en su paz.
R.Amén.V.Cristo, el Señor,
que ha manifestado en san Patricio
la fuerza renovadora del misterio pascual,
los haga auténticos testigos de su Evangelio.
R.Amén.V.El Espíritu Santo,
que en san Patricio nos ha ofrecido un ejemplo de caridad evangélica,
les conceda la gracia de acrecentar en la Iglesia
la verdadera comunión de fe y amor.
R.Amén.V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .
V.Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.
En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .
V.La alegría del Señor sea nuestra fuerza.
Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.
En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .
V.Glorifiquen al Señor con su vida.
Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.
En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .
V.En el nombre del Señor, pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.