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Presentación del Señor

Misa: Fiesta

2 de febrero de 2025

A los cuarenta días del nacimiento de Jesús, los padres fueron al templo para cumplir con lo prescrito en la ley de Moisés referido a la presentación a Dios del hijo primogénito. Esta fiesta fue considerada también una fiesta mariana por aludir a la necesaria purificación que la madre debía hacer ante el nacimiento de un hijo. Se celebraba ya en el siglo IV en Jerusalén, y luego se extendió a toda la cristiandad tanto en Oriente como en Occidente. En Roma y en las Galias tuvo un carácter penitencial y se bendecían las velas con las que se hacía luego una procesión, de allí el nombre popular de fiesta de la Candelaria. El significado común de la fiesta se concentra en que Cristo es la luz de las naciones, como dice el anciano Simeón en el pasaje evangélico de esta fiesta.

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Índice

Bendición y procesión de las candelas
Ritos iniciales
Liturgia de la Palabra
Liturgia Eucarística
Rito de la conclusión

Bendición y procesión de las candelas

La bendición y procesión también puede hacerse .

Procesión

1. En la hora más conveniente se reúnen todos en una iglesia menor o en otro lugar oportuno, fuera de la iglesia hacia la que va a encaminarse la procesión. Los fieles tienen en sus manos las candelas apagadas.

2. Llega el sacerdote con los ministros, revestidos con vestiduras blancas como para la misa o bien con la capa pluvial que en este caso se usa hasta que termine la procesión.

3. Se encienden las candelas mientras se canta la antífona:

La bendición también puede hacerse .

Entrada solemne

1. Los fieles, con candelas en sus manos, se reúnen en la iglesia.

2. El sacerdote, con ornamentos blancos, acompañado por los ministros y algunos fieles, va a un lugar adecuado: delante de la puerta o en la misma iglesia, donde al menos la mayor parte de los fieles pueda participar cómodamente del rito.

3. Cuando el sacerdote llega al lugar establecido para la bendición de los cirios, éstos se encienden mientras se canta la antífona:

Ant.Ya el Señor llega con poder, e iluminará los ojos de sus servidores. Aleluya.

u otro cántico apropiado.

Monición

4. El sacerdote saluda como de costumbre al pueblo y hace luego una breve monición para invitar a los fieles a celebrar esta fiesta de manera activa y consciente. Puede servirse de la siguiente monición, o de otra semejante:

Queridos hermanos:
Hace cuarenta días, hemos celebrado con alegría
la Navidad del Señor.
Hoy conmemoramos el día feliz
en que Jesús fue presentado en el templo por María y José,
cumpliendo públicamente la ley de Moisés,
pero, en realidad,
yendo al encuentro de su pueblo que lo esperaba con fe.
Los santos ancianos Simeón y Ana fueron al templo
impulsados por el Espíritu Santo;
allí, iluminados por el mismo Espíritu,
conocieron al Señor y lo proclamaron con alegría.
También nosotros, congregados en la unidad por el Espíritu Santo,
vayamos hacia la casa de Dios al encuentro de Cristo.
Lo encontraremos y reconoceremos en la fracción del pan,
hasta que vuelva revestido de gloria.

5. Después de la monición, el sacerdote bendice las candelas, diciendo con las manos juntas la siguiente oración, o bien .

Oración

Oremos.
Dios y Padre nuestro, fuente y origen de toda luz,
que en este día has mostrado al justo Simeón
la Luz para iluminar a las naciones:
te pedimos humildemente que Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho. bendigas estos cirios.
Escucha las súplicas de tu pueblo,
que se dispone a llevarlos para alabanza de tu nombre,
a fin de que, siguiendo el camino de las virtudes,
pueda llegar a la luz que no tiene fin.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

R.Amén.

5. Después de la monición, el sacerdote bendice las candelas, diciendo con las manos juntas la siguiente oración, o bien .

Oración

Oremos.
Señor y Dios nuestro,
luz verdadera que creas y difundes la luz eterna:
derrama la claridad de tu luz en el corazón de los fieles,
para que cuantos son iluminados en tu santo templo
por el resplandor de estos cirios,
puedan alcanzar el esplendor de tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

R.Amén.

Rocía las candelas con agua bendita sin decir nada, y coloca el incienso para la procesión.

6. El sacerdote recibe del diácono o ministro su propia candela encendida y comienza la procesión, diciendo el diácono (o, en su defecto, el mismo sacerdote):

Vayamos en paz al encuentro del Señor.

O bien:

Vayamos en paz.

En cuyo caso, todos responden:

En el nombre de Cristo. Amén.

7. Todos llevan sus candelas encendidas. Durante la procesión puede cantarse el siguiente cántico, o bien .

Cántico Lc 2, 29-32

Ant.Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu servidor irse en paz.

Ant.Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

Porque mis ojos han visto a tu Salvador.

Ant.Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

A quien has presentado ante todos los pueblos.

Ant.Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

7. Todos llevan sus candelas encendidas. Durante la procesión puede cantarse el siguiente cántico, o bien .

Cántico

Embellece tu trono, Sión, y recibe a Cristo Rey:
Abraza a María, la puerta del cielo,
pues ella conduce al Rey de la gloria
revestido de nueva luz.
Permanece Virgen llevando en sus manos
al Hijo nacido antes del lucero del alba.
Simeón lo tomó en sus brazos
y proclamó ante los pueblos
que es el Señor de la vida y de la muerte
y Salvador del mundo.

8. Terminada la procesión, se canta la antífona de entrada, u otro canto apropiado. Llegado el sacerdote al altar, lo venera, y si se utiliza el incienso, lo inciensa. Va a la sede, si la ha utilizado cambia la capa pluvial por la casulla y después inicia la oración del Gloria; a continuación sigue la oración colecta. Y la misa continúa de manera habitual.

Ritos inicialesLos ritos iniciales tienen carácter introductorio y de preparación.

Reunido el pueblo, el sacerdote se dirige al altar, con los ministros, mientras se entona el canto de entrada o se dice la antífona de entrada a continuación:

Antífona de entrada Cf. Sal 47, 10-11La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.

En tu santo templo, Señor, evocamos tu misericordia;
la gloria de tu nombre llega hasta los confines de la tierra.
Tu derecha está llena de justicia.

Cuando llega al altar, habiendo hecho con los ministros una inclinación profunda, venera el altar con un beso y, si es oportuno, inciensa la cruz y el altar. Después se dirige con los ministros a la sede.

Saludo

Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:

V.En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.Los versículos V. no son dichos por el pueblo.
R.Amén.Las respuestas R. son dichas por el pueblo.

Después el sacerdote, extendiendo las manos, saluda al pueblo, diciendo:

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.La gracia de nuestro Señor Jesucristo,
el amor de Dios Padre
y la comunión del Espíritu Santo
estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre,
y de Jesucristo el Señor,
estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.La paz esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.El Señor, que dirige nuestros corazones
para que amemos a Dios,
esté con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.La paz, la caridad y la fe, de parte de Dios Padre,
y de Jesucristo, el Señor, estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.El Dios de la esperanza,
que por la acción del Espíritu Santo
nos llena con su alegría y con su paz,
permanezca siempre con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.Queridos hermanos:
«Que Dios los llene de alegría y de paz en la fe»
y que su Espíritu Santo esté constantemente con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote o el diácono, u otro ministro, puede hacer una monición muy breve para introducir a los fieles en la Misa del día.

Acto penitencialEn el Acto penitencial se realiza una confesión general de toda la comunidad. Nótese que el Acto penitencial carece de la eficacia del sacramento de la Penitencia.El domingo, especialmente en el tiempo pascual, en lugar del Acto penitencial habitual, en algunas ocasiones puede hacerse la bendición y aspersión del agua en memoria del Bautismo.

A continuación se hace el Acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , , o .

V.Hermanos:
Para celebrar dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , , o .

V.El Señor Jesús,
que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía,
nos llama ahora a la conversión.
Reconozcamos, pues, que somos pecadores
e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , , o .

V.Humildes y penitentes, como el publicano en el templo,
acerquémonos al Dios justo,
y pidámosle que tenga piedad de nosotros,
que también nos reconocemos pecadores.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , , o .

V.Jesucristo, el justo, intercede por nosotros
y nos reconcilia con el Padre.
Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepentimiento,
para acercarnos a la mesa del Señor.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , , o .

V.Pidamos perdón a Dios de todo corazón.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , , o .

En el día en que celebramos la victoria de Cristo
sobre el pecado y sobre la muerte,
confesemos nuestra necesidad de la misericordia del Padre
para morir al pecado y resucitar a la vida nueva.

Se hace una breve pausa en silencio.

La invocación a continuación corresponde a la forma I. También puede decir , , , , , , o .

Después, todos hacen en común la fórmula de la confesión general:

R.Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión;

Y, golpeándose el pecho, dicen:

por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Luego, prosiguen:

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos
y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.

La invocación a continuación corresponde a la forma II. También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Señor, ten misericordia de nosotros.
R.Porque hemos pecado contra ti.

El sacerdote prosigue:

V.Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R.Y danos tu salvación.

La invocación a continuación corresponde a Tú que has sido enviado para sanar a los contritos de corazón (forma III). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que has sido enviado para sanar a los contritos de corazón:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que has venido a llamar a los pecadores:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que estás sentado a la derecha del Padre
para interceder por nosotros:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que eres el Camino que conduce al Padre (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que eres el Camino que conduce al Padre:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que eres la Verdad que ilumina a los pueblos:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que eres la Vida que renueva el mundo:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que eres la plenitud de la verdad y de la gracia (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que eres la plenitud de la verdad y de la gracia:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que te has hecho pobre para enriquecernos:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que has venido para hacer de nosotros tu pueblo santo:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que no has venido a condenar, sino a perdonar (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que no has venido a condenar, sino a perdonar:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que has dicho que hay gran fiesta en el cielo
por un pecador que se arrepiente:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que perdonas mucho a quien mucho ama:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que has venido a buscar al que estaba perdido (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que has venido a buscar al que estaba perdido:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que has querido dar la vida en rescate por todos:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que reúnes a tus hijos dispersos:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que ofreciste el perdón a Pedro arrepentido (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que ofreciste el perdón a Pedro arrepentido:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que prometiste el paraíso al buen ladrón:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que perdonas
a todo hombre que confía en tu misericordia:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Defensor de los pobres (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Defensor de los pobres:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Refugio de los débiles:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Esperanza de los pecadores:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

Sigue la absolución del sacerdote.

V.Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
R.Amén.

Si se ha utilizado la forma I o forma II del Acto penitencial, siguien las invocaciones «Señor, ten piedad» («Kýrie eléison»):

V.Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

Se pueden tomar las melodías del «Gradual Romano».

A continuación se canta o se dice el himno «Gloria»:

GloriaEl Gloria es un himno que glorifica a la Santísima Trinidad. Es cantado o recitado en voz alta los domingos fuera del tiempo de Adviento y de Cuaresma, así como en todas las solemnidades y fiestas, y también en otras celebraciones peculiares más importantes.

Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo,
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros,
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
porque sólo Tú eres santo, sólo Tú Señor, sólo Tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
Amén.

El sacerdote, con las manos juntas, dice:

Oremos.

Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de tiempo.

Entonces el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración colecta:

Oración colectaLa oración colecta expresa el carácter de la celebración. Por una tradición de la Iglesia, se dirige a Dios Padre, por Cristo en el Espíritu Santo.

Dios todopoderoso y eterno,
te pedimos humildemente
que así como tu Hijo unigénito, hecho hombre,
fue presentado hoy en el templo,
también nosotros podamos presentarnos a ti
con un corazón puro.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

R.Amén.

Liturgia de la PalabraLa Liturgia de la Palabra se constituye por lecturas de la Sagrada Escritura, cánticos que se intercalan entre ellas, la homilía, la profesión de fe y la oración universal u oración de los fieles.

Después, el lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan sentados.

Primera lecturaEn las lecturas, Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación, y le ofrece alimento espiritual.

Del libro del profeta Malaquías 3, 1-4

Entrará en su templo el Señor a quien ustedes buscan

Así habla el Señor Dios:

Yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino delante de mí. Y en seguida entrará en su Templo el Señor que ustedes buscan; y el Ángel de la alianza que ustedes desean ya viene, dice el Señor de los ejércitos.

¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién permanecerá de pie cuando aparezca? Porque Él es como el fuego del fundidor y como la lejía de los lavanderos. Él se sentará para fundir y purificar: purificará a los hijos de Leví y los depurará como al oro y la plata; y ellos serán para el Señor los que presentan la ofrenda conforme a la justicia. La ofrenda de Judá y de Jerusalén será agradable al Señor, como en los tiempos pasados, como en los primeros años.

V.Palabra de Dios.
R.Te alabamos, Señor.

El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la respuesta R.

Salmo responsorial 23, 7-10El salmo responsorial favorece la meditación de la Palabra de Dios.

R.El Rey de la gloria es el Señor de los ejércitos.

¡Puertas, levanten sus dinteles,
levántense, puertas eternas,
para que entre el Rey de la gloria! R.

¿Y quién es ese Rey de la gloria?
Es el Señor, el fuerte, el poderoso,
el Señor poderoso en los combates. R.

¡Puertas, levanten sus dinteles,
levántense, puertas eternas,
para que entre el Rey de la gloria! R.

¿Y quién es ese Rey de la gloria?
El Rey de la gloria es
el Señor de los ejércitos. R.

El lector lee la segunda lectura desde el ambón, como la primera.

Segunda lectura

De la carta a los Hebreos 2, 14-18

Debió hacerse semejante en todo a sus hermanos para llegar a ser un Sumo Sacerdote misericordioso

Hermanos:

Ya que los hijos tienen una misma sangre y una misma carne, Jesús también debía participar de esa condición, para reducir a la impotencia, mediante su muerte, a aquél que tenía el dominio de la muerte, es decir, al diablo, y liberar de este modo a todos los que vivían completamente esclavizados por el temor de la muerte.

Porque Él no vino para socorrer a los ángeles, sino a los descendientes de Abraham. En consecuencia, debió hacerse semejante en todo a sus hermanos, para llegar a ser un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel en el servicio de Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo.

Y por haber experimentado personalmente la prueba y el sufrimiento, Él puede ayudar a aquéllos que están sometidos a la prueba.

V.Palabra de Dios.
R.Te alabamos, Señor.

Sigue el Aleluya, otro canto determinado por las rúbricas, según lo requiera el tiempo litúrgico, o la aclamación al Evangelio a continuación. Se canta estando todos de pie.

Aclamación al Evangelio Lc 2, 32En la aclamación al Evangelio, los fieles saludan al Señor antes de escuchar su palabra en el Evangelio.

Aleluya.
Luz para iluminar a los paganos
y gloria de tu pueblo Israel.
Aleluya.

Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo pone en el incensario.

Si el diácono está presente, se realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono no está presente, se realiza .

El diácono que va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado ante el sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:

Padre, dame tu bendición.

El sacerdote, en voz baja, dice:

El Señor esté en tu corazón y en tus labios,
para que anuncies dignamente su Evangelio.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

El diácono se signa con la señal de la cruz y responde:

Amén.

Si el diácono no está presente, el sacerdote realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono está presente, se realiza .

El sacerdote, inclinado ante el altar, dice en secreto:

Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso,
para que pueda anunciar dignamente tu santo Evangelio.

Después el diácono, o el sacerdote, se dirige al ambón, acompañado por los ministros que llevan el incienso y los cirios, si es oportuno, y dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El diácono, o el sacerdote:

V.Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.

Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho.

El pueblo aclama:

R.Gloria a ti, Señor.

Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y proclama el Evangelio.

En lugar del siguiente Evangelio puede leerse .

Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho. EvangelioEl Evangelio es el centro de la Liturgia de la Palabra, que los fieles deben escuchar con la mayor reverencia, reconociendo y proclamando la presencia de Dios que les habla.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 2, 22-40

Mis ojos han visto la salvación

Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación de ellos, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor». También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor.

Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con Él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo:

«Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel».

Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de Él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre:

«Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos».

Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con Él.

En lugar del siguiente Evangelio puede leerse .

Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho. EvangelioEl Evangelio es el centro de la Liturgia de la Palabra, que los fieles deben escuchar con la mayor reverencia, reconociendo y proclamando la presencia de Dios que les habla.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 2, 22-32

Mis ojos han visto la salvación

Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación de ellos, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor». También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor.

Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo:

«Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel».

V.Palabra del Señor.
R.Gloria a ti, Señor Jesús.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor, es la verdad,
y tu ley nuestra libertad.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor,
es lámpara que alumbra nuestros pasos.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor,
permanece por los siglos.

Después besa el libro, diciendo en secreto:

Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.

Luego se hace la homilía, que corresponde al sacerdote o al diácono, y que debe hacerse obligatoriamente todos los domingos y fiestas de precepto; se recomienda en los otros días.

Acabada la homilía se canta o se dice el Símbolo o Profesión de fe.

En lugar del siguiente Símbolo puede decirse .

Credo de los apóstolesEn el Símbolo o Profesión de fe el pueblo responde a la Palabra de Dios, recordando, confesando y manifestando los grandes misterios de la fe.

Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,

En las palabras indicadas en itálica, todos se inclinan:

que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna. Amén.

En lugar del siguiente Símbolo puede decirse .

Credo niceno-constantinopolitanoEn el Símbolo o Profesión de fe el pueblo responde a la Palabra de Dios, recordando, confesando y manifestando los grandes misterios de la fe.

Creo en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios,
Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres,
y por nuestra salvación
bajó del cielo,

En las palabras indicadas en itálica, todos se inclinan:

y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;

y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.

Después se hace la oración universal u oración de los fieles.

Oración universal

La oración universal u oración de los fieles se desarrolla de la siguiente manera:

Invitatorio

El sacerdote invita a los fieles a orar, por medio de una breve monición.

Intenciones

Las intenciones son propuestas por un diácono o, si no lo hay, por un lector o por otra persona idónea.

El pueblo manifiesta su participación con una invocación u orando en silencio.

La sucesión de intenciones ordinariamente debe ser la siguiente:

a. Por las necesidades de la Iglesia.
b. Por los gobernantes y por la salvación del mundo entero.
c. Por aquellos que se encuentran en necesidades particulares.
d. Por la comunidad local.

Conclusión

El sacerdote termina la plegaria común con una oración conclusiva.

Liturgia EucarísticaLa liturgia eucarística está compuesta por la preparación y ofrenda de los dones, la plegaria eucarística y la comunión. Esta estructura se basa en los actos que Jesucristo realizó durante la Última Cena, cuando tomó el pan y el vino, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio a sus discípulos.

Terminado lo anterior, puede comenzar el canto para el ofertorio. Mientras tanto, los ministros colocan sobre el altar el corporal, el purificador, el cáliz, la palia y el misal.

Conviene que los fieles expresen su participación en la ofrenda, bien sea llevando el pan y el vino para la celebración de la Eucaristía, bien presentando otros dones para las necesidades de la Iglesia o de los pobres.

El sacerdote, de pie junto al altar, toma la patena con el pan y, teniéndola con ambas manos un poco elevada sobre el altar, dice en voz baja:

Bendito seas, Señor, Dios del Universo,
por este pan,
fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.

Después, deja sobre el corporal la patena con el pan.

Si no se hace el canto para el ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz alta; al final, el pueblo puede aclamar:

R.Bendito seas por siempre, Señor.

El diácono, o el sacerdote, echa vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto:

Por el misterio de esta agua y este vino,
haz que compartamos la divinidad
de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.

Después, el sacerdote toma el cáliz y, teniéndolo con ambas manos un poco elevado sobre el altar, dice en voz baja:

Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este vino
fruto de la vid y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.

Después deja sobre el corporal el cáliz.

Si no se hace el canto para el ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz alta; al final, el pueblo puede aclamar:

R.Bendito seas por siempre, Señor.

Luego, el sacerdote, inclinado profundamente, dice en secreto:

Acepta, Señor, nuestro corazón contrito
y nuestro espíritu humilde;
que éste sea hoy nuestro sacrificio
y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.

Y, si es oportuno, inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. Después el diácono, u otro ministro, inciensa al sacerdote y al pueblo.

Luego el sacerdote, de pie a un lado del altar, se lava las manos, diciendo en secreto:

Lava del todo mi delito, Señor,
y limpia mi pecado.

Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :

V.Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y de ustedes,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :

V.En el momento de ofrecer el sacrificio de toda la Iglesia,
oremos a Dios, Padre todopoderoso.

Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :

V.Oremos, hermanos, para que, llevando al altar
los gozos y las fatigas de cada día,
nos dispongamos a ofrecer el sacrificio
agradable a Dios, Padre todopoderoso.

El pueblo se pone de pie y responde:

R.El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.

Luego el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas.

Oración sobre las ofrendasDepositadas las ofrendas y concluidos los ritos que las acompañan, se dice la oración sobre las ofrendas. El pueblo se une a la súplica, respondiendo «Amén».

Mira con agrado, Dios nuestro,
la ofrenda de tu Iglesia desbordante de alegría,
Tú que aceptaste el sacrificio de tu Hijo único,
ofrecido como Cordero inmaculado
para la vida del mundo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

R.Amén.

Entonces el sacerdote empieza la Plegaria eucarística.

Prefacio

El misterio de la Presentación del Señor

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Porque tu Hijo eterno,
al ser presentado hoy en el templo,
es proclamado por el Espíritu,
gloria de Israel y luz de los pueblos.

Por eso nosotros, llenos de alegría,
salimos al encuentro de nuestro Salvador
y junto con los ángeles y santos
te alabamos sin cesar:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

Antífona de Comunión Lc 2, 30-31Durante la Comunión, cuando no hay canto, puede decirse la antífona de Comunión. Pueden hacerlo los fieles en general, o algunos de ellos, un lector o incluso el propio sacerdote después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.

Mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos.

Oración después de la ComuniónAl concluir la Comunión, el sacerdote dice la Oración después de la Comunión, rogando por los frutos del misterio que se ha celebrado.

Padre, por estos sacramentos recibidos,
completa en nosotros la obra de tu gracia,
y así como colmaste el anhelo de Simeón
de contemplar al Mesías antes de morir,
concédenos recibir la vida eterna
saliendo al encuentro del Señor.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

Rito de la conclusiónEl rito de conclusión incluye: breves avisos, saludo y bendición del sacerdote, despedida del pueblo, beso del altar por parte del sacerdote y del diácono, e inclinación profunda al altar por parte del sacerdote, diácono y otros ministros.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición finalEn la bendición final el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (1)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Padre, muestra tu bondad sobre tu pueblo,
al que llamas a la felicidad eterna
y no lo prives de tu consuelo en esta vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (2)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede, Señor, a tus fieles
conocer la fe que proclaman
y amar el don celestial que celebran.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (3)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Padre, bendice con generosidad a tu pueblo
para que se aparte de todo lo que le hace daño
y obtenga el cumplimiento de sus deseos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (4)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede, Señor, a tu pueblo convertirse a ti de todo corazón,
y ya que no rechazas ni aun a los culpables,
protege con especial bondad
a quienes se entregan sinceramente a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (5)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ilumina bondadosamente a tu familia, Señor,
para que buscando en todo tu voluntad,
realice siempre lo que es bueno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (6)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede, Señor, a tus fieles la misericordia y la paz
para que sean purificados de sus pecados
y con serenidad interior,
te sirvan con generosa disposición.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (7)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Mira, Señor, a tu pueblo fiel, y robustécelo con tu gracia
para que pueda cumplir siempre tus mandamientos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (8)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ten piedad de tu pueblo, Señor,
para que, libre de todo mal,
te sirva de todo corazón
y permanezca siempre bajo tu protección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (9)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Alégrese tu familia, Padre, por los misterios que celebra
y alcance siempre su poderosa eficacia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (10)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Señor Dios, enriquece y confirma a tus hijos
con la abundancia de tu misericordia;
para que, colmados con tus bendiciones,
vivamos siempre en la acción de gracias
y te bendigamos llenos de alegría.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (11)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Protege siempre, Señor, a tu familia con inalterable cariño
para que se mantenga libre de todas las adversidades
y se dedique a las buenas acciones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (12)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Purifica, Señor, en alma y cuerpo a tus fieles
para que, conducidos por ti,
eviten todo lo que pueda apartarlos del bien
y permanezcan fielmente en tu compañía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (13)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Que tu bendición, Señor,
infunda nuevo vigor en tus hijos,
y prepare sus corazones
para que todo su obrar se afiance en la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (14)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Los corazones de tus fieles imploran tu auxilio, Señor,
ya que sin ti nada pueden,
para que los colmes con tu misericordia,
conozcan lo que es bueno y recto,
y reciban las promesas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (15)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ayuda, Padre, al pueblo que te implora
y fortalece la fragilidad humana,
para que, consagrándose a ti con un corazón puro,
se alegre en la vida presente y futura.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (16)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Mira bondadosamente a tu familia, Padre,
y concédele tu misericordia
para que podamos cumplir tus mandamientos de vida
los que sin ti nada podemos alcanzar.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (17)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Padre, aumenta en tus fieles la gracia celestial:
para que te alabemos con los labios, con el alma, con la vida,
y porque es tuyo todo lo que somos
sea también para ti lo que vivamos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (18)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Instruye, Señor, a tu pueblo con las enseñanzas divinas
para que, evitando todo lo malo
y siguiendo todo lo bueno,
reciba la gracia del Padre misericordioso
y no la sentencia del Juez.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (19)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ayuda, Señor a los que te suplican
y ponen su esperanza en tu misericordia,
para que, perseverando en una vida santa
consigan los bienes temporales que necesitan
y sean herederos de las promesas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (20)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede a tu pueblo, Padre, tu misericordia
para que la obra que tú creaste,
reparada por tu gracia,
alcance la plenitud de la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (21)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Te pedimos, Padre, que tu pueblo fiel,
inspirado por ti y movido por el arrepentimiento saludable,
cumpla con alegría lo que pides,
para obtener lo que prometes.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (22)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Señor, mira compadecido la fragilidad de tu pueblo,
para que la súplica fiel alcance tu misericordia
y reciba de tu bondad lo que no se atreve a pedir por sus propios méritos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (23)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Defiende, Padre, a tus hijos con tu diestra poderosa
y haz que, cumpliendo siempre tu voluntad,
sean protegidos por tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (24)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Escucha, Padre, las oraciones de tu familia
y asiste a quienes te imploran humildemente,
para que, fortalecidos con tu ayuda,
perseveren en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (25)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Protege, Señor a tu familia,
y concédele propicio tu misericordia
para que, por la fidelidad a las enseñanzas divinas,
aumente la gracia en nosotros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (26)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Te pedimos, Señor, que el pueblo que sostienes con tu diestra poderosa,
se alegre por crecer en la vida cristiana,
y se regocije por los bienes presentes y futuros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año I

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Que el Señor los bendiga y los proteja.
R.Amén.

V.Haga brillar su rostro sobre ustedes
y les otorgue su misericordia.
R.Amén.

V.Vuelva su mirada hacia ustedes
y les conceda la paz.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año II

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.La paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar,
custodie sus corazones y sus pensamientos,
en el conocimiento y en el amor de Dios
y de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año III

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.El Señor todopoderoso los bendiga con su misericordia
e infunda en sus corazones la sabiduría eterna.
R.Amén.

V.Él aumente en ustedes la fe
y les dé la perseverancia en el bien obrar.
R.Amén.

V.Él dirija hacia sí los pasos de ustedes
y les muestre el camino de la paz y del amor.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año IV

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.El Señor de todo consuelo ordene los días de ustedes en su paz
y les conceda los dones de su bendición.
R.Amén.

V.Los libre de toda perturbación
y confirme sus corazones en su amor.
R.Amén.

V.Para que enriquecidos con la fe, la esperanza y la caridad,
practiquen el bien en la vida presente
y puedan llegar felizmente a la eterna.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año V

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Dios todopoderoso aparte de ustedes toda adversidad
y les conceda los dones de su bendición.
R.Amén.

V.Encienda sus corazones con el deseo de su Palabra
para que sean colmados con los gozos eternos.
R.Amén.

V.Y comprendiendo lo que es bueno y recto,
cumplan siempre los mandamientos de Dios
y lleguen a participar en el banquete celestial.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año VI

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Dios todopoderoso los bendiga con toda clase de bienes celestiales,
para que sean santos e irreprochables en su presencia;
derrame sobre ustedes la riqueza de su gracia,
los instruya con la palabra de la verdad
y con el Evangelio de la salvación,
y los enriquezca con la caridad fraterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año VII2 Tes. 2, 16-17

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Jesucristo, el Señor, y Dios, nuestro Padre,
que nos ha amado tanto
y nos ha dado el consuelo de una gran esperanza,
los afiance y fortalezca para toda clase de palabras y obras buenas.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año VIII1 Tes. 5, 23-24

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Que el Dios de la paz los consagre totalmente
y que todo el espíritu, alma y cuerpo de ustedes
sea custodiado sin reproche
hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año IXHeb 13, 20-21

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.El Dios de la paz, que resucitó de entre los muertos
al gran pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús,
los haga perfectos en todo bien,
en virtud de la sangre de la alianza eterna,
para que cumplan su voluntad,
realizando en ustedes lo que es de su agrado.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año XCf. 1 Ped 5, 10-11

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.El Dios de toda gracia,
que los ha llamado en Cristo a su eterna gloria,
los afiance y los conserve fuertes y constantes en la fe.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .

V.Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .

V.La alegría del Señor sea nuestra fuerza.
Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .

V.Glorifiquen al Señor con su vida.
Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .

V.En el nombre del Señor, pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.