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San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia

Misa: Memoria obligatoria

30 de septiembre de 2024

(340-420) Nació en Dalmacia y estudió en Roma. Allí se bautizó. Eligió la vida monástica y se fue a vivir a Siria. Allí se consagró como sacerdote. Volvió a Roma como secretario del papa Dámaso que le encargó hacer una versión latina de la Biblia. Para ello se fue a vivir a Belén donde permaneció los últimos treinta y cinco años de su vida. Allí como si fuera un extensísimo retiro espiritual se concentró en el trabajo encomendado que dio por resultado la primera versión oficial de la Biblia en latín, llamada «Vulgata».

¿Correcciones? ¿Comentarios? ¿Sugerencias? ¡Escríbenos!

Índice

Ritos iniciales
Liturgia de la Palabra
Liturgia Eucarística
Rito de la conclusión

Ritos inicialesLos ritos iniciales tienen carácter introductorio y de preparación.

Reunido el pueblo, el sacerdote se dirige al altar, con los ministros, mientras se entona el canto de entrada o se dice la antífona de entrada a continuación:

Antífona de entrada Cf. Sal 1, 2-3La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.

Feliz el hombre que medita la ley del Señor de día y de noche;
dará fruto a su debido tiempo.

Cuando llega al altar, habiendo hecho con los ministros una inclinación profunda, venera el altar con un beso y, si es oportuno, inciensa la cruz y el altar. Después se dirige con los ministros a la sede.

Saludo

Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:

V.En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.Los versículos V. no son dichos por el pueblo.
R.Amén.Las respuestas R. son dichas por el pueblo.

Después el sacerdote, extendiendo las manos, saluda al pueblo, diciendo:

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.La gracia de nuestro Señor Jesucristo,
el amor de Dios Padre
y la comunión del Espíritu Santo
estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre,
y de Jesucristo el Señor,
estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.La paz esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.El Señor, que dirige nuestros corazones
para que amemos a Dios,
esté con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.La paz, la caridad y la fe, de parte de Dios Padre,
y de Jesucristo, el Señor, estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.El Dios de la esperanza,
que por la acción del Espíritu Santo
nos llena con su alegría y con su paz,
permanezca siempre con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.

En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .

V.Queridos hermanos:
«Que Dios los llene de alegría y de paz en la fe»
y que su Espíritu Santo esté constantemente con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote o el diácono, u otro ministro, puede hacer una monición muy breve para introducir a los fieles en la Misa del día.

Acto penitencialEn el Acto penitencial se realiza una confesión general de toda la comunidad. Nótese que el Acto penitencial carece de la eficacia del sacramento de la Penitencia.El domingo, especialmente en el tiempo pascual, en lugar del Acto penitencial habitual, en algunas ocasiones puede hacerse la bendición y aspersión del agua en memoria del Bautismo.

A continuación se hace el Acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .

V.Hermanos:
Para celebrar dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .

V.El Señor Jesús,
que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía,
nos llama ahora a la conversión.
Reconozcamos, pues, que somos pecadores
e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .

V.Humildes y penitentes, como el publicano en el templo,
acerquémonos al Dios justo,
y pidámosle que tenga piedad de nosotros,
que también nos reconocemos pecadores.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .

V.Jesucristo, el justo, intercede por nosotros
y nos reconcilia con el Padre.
Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepentimiento,
para acercarnos a la mesa del Señor.

En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .

V.Pidamos perdón a Dios de todo corazón.

Se hace una breve pausa en silencio.

La invocación a continuación corresponde a la forma I. También puede decir , , , , , , o .

Después, todos hacen en común la fórmula de la confesión general:

R.Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión;

Y, golpeándose el pecho, dicen:

por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Luego, prosiguen:

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos
y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.

La invocación a continuación corresponde a la forma II. También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Señor, ten misericordia de nosotros.
R.Porque hemos pecado contra ti.

El sacerdote prosigue:

V.Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R.Y danos tu salvación.

La invocación a continuación corresponde a Tú que has sido enviado para sanar a los contritos de corazón (forma III). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que has sido enviado para sanar a los contritos de corazón:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que has venido a llamar a los pecadores:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que estás sentado a la derecha del Padre
para interceder por nosotros:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que eres el Camino que conduce al Padre (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que eres el Camino que conduce al Padre:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que eres la Verdad que ilumina a los pueblos:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que eres la Vida que renueva el mundo:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que eres la plenitud de la verdad y de la gracia (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que eres la plenitud de la verdad y de la gracia:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que te has hecho pobre para enriquecernos:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que has venido para hacer de nosotros tu pueblo santo:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que no has venido a condenar, sino a perdonar (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que no has venido a condenar, sino a perdonar:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que has dicho que hay gran fiesta en el cielo
por un pecador que se arrepiente:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que perdonas mucho a quien mucho ama:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que has venido a buscar al que estaba perdido (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que has venido a buscar al que estaba perdido:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que has querido dar la vida en rescate por todos:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que reúnes a tus hijos dispersos:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Tú que ofreciste el perdón a Pedro arrepentido (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Tú que ofreciste el perdón a Pedro arrepentido:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Tú que prometiste el paraíso al buen ladrón:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Tú que perdonas
a todo hombre que confía en tu misericordia:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

La invocación a continuación corresponde a Defensor de los pobres (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .

Después el sacerdote dice:

V.Defensor de los pobres:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Refugio de los débiles:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Esperanza de los pecadores:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

Sigue la absolución del sacerdote.

V.Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
R.Amén.

Si se ha utilizado la forma I o forma II del Acto penitencial, siguien las invocaciones «Señor, ten piedad» («Kýrie eléison»):

V.Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

V.Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.

V.Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.

Se pueden tomar las melodías del «Gradual Romano».

El sacerdote, con las manos juntas, dice:

Oremos.

Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de tiempo.

Entonces el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración colecta:

Oración colectaLa oración colecta expresa el carácter de la celebración. Por una tradición de la Iglesia, se dirige a Dios Padre, por Cristo en el Espíritu Santo.

Dios nuestro, que otorgaste a san Jerónimo, presbítero,
amar con dedicación ardiente la sagrada Escritura,
te pedimos que tu pueblo se alimente
con mayor abundancia de tu palabra
y encuentre en ella la fuente de la vida.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

R.Amén.

Liturgia de la PalabraLa Liturgia de la Palabra se constituye por lecturas de la Sagrada Escritura, cánticos que se intercalan entre ellas, la homilía, la profesión de fe y la oración universal u oración de los fieles.

Las siguientes lecturas corresponden a las lecturas del día. En su lugar pueden leerse .

Después, el lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan sentados.

Primera lecturaEn las lecturas, Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación, y le ofrece alimento espiritual.

Del libro de Job 1, 6-22

El Señor me lo dio y el Señor me lo quitó: ¡bendito sea el Nombre del Señor!

El día en que los hijos de Dios fueron a presentarse delante del Señor, también el Adversario estaba en medio de ellos. El Señor le dijo: «¿De dónde vienes?»

El Adversario respondió al Señor: «De rondar por la tierra, yendo de aquí para allá».

Entonces el Señor le dijo: «¿Te has fijado en mi servidor Job? No hay nadie como él sobre la tierra: es un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y alejado del mal».

Pero el Adversario le respondió: «¡No por nada teme Job al Señor! ¿Acaso Tú no has puesto un cerco protector alrededor de él, de su casa y de todo lo que posee? Tú has bendecido la obra de sus manos y su hacienda se ha esparcido por todo el país. Pero extiende tu mano y tócalo en lo que posee: ¡seguro que te maldecirá en la cara!»

El Señor dijo al Adversario: «Está bien. Todo lo que le pertenece está en tu poder, pero no pongas tu mano sobre él». Y el Adversario se alejó de la presencia del Señor.

El día en que sus hijos e hijas estaban comiendo y bebiendo en la casa del hermano mayor, llegó un mensajero y dijo a Job: «Los bueyes estaban arando y las asnas pastaban cerca de ellos, cuando de pronto irrumpieron los sabeos y se los llevaron, pasando a los servidores al filo de la espada. Yo sólo pude escapar para traerte la noticia».

Todavía estaba hablando, cuando llegó otro y le dijo: «Cayó del cielo fuego de Dios, e hizo arder a las ovejas y a los servidores hasta consumirlos. Yo sólo pude escapar para traerte la noticia».

Todavía estaba hablando, cuando llegó otro y le dijo: «Los caldeos, divididos en tres grupos, se lanzaron sobre los camellos y se los llevaron, pasando a los servidores al filo de la espada. Yo sólo pude escapar para traerte la noticia».

Todavía estaba hablando, cuando llegó otro y le dijo: «Tus hijos y tus hijas comían y bebían en la casa de su hermano mayor, y de pronto sopló un fuerte viento del lado del desierto, que sacudió los cuatro ángulos de la casa. Ésta se desplomó sobre los jóvenes, y ellos murieron. Yo sólo pude escapar para traerte la noticia».

Entonces Job se levantó y rasgó su manto; se rapó la cabeza, se postró con el rostro en tierra y exclamó: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allí. El Señor me lo dio y el Señor me lo quitó: ¡bendito sea el Nombre del Señor!»

En todo esto, Job no pecó ni dijo nada indigno contra Dios.

V.Palabra de Dios.
R.Te alabamos, Señor.

El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la respuesta R.

Salmo responsorial 16, 1-3d. 6-7El salmo responsorial favorece la meditación de la Palabra de Dios.

R.¡Inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras!

Escucha, Señor, mi justa demanda,
atiende a mi clamor;
presta oído a mi plegaria,
porque en mis labios no hay falsedad. R.

Tú me harás justicia, porque tus ojos ven lo que es recto:
si examinas mi corazón y me visitas por las noches,
si me pruebas al fuego,
no encontrarás malicia en mí. R.

Yo te invoco, Dios mío, porque Tú me respondes:
inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras.
Muestra las maravillas de tu gracia,
Tú que salvas de los agresores a los que buscan refugio a tu derecha. R.

Sigue el Aleluya, otro canto determinado por las rúbricas, según lo requiera el tiempo litúrgico, o la aclamación al Evangelio a continuación. Se canta estando todos de pie.

Aclamación al Evangelio Mc 10, 45En la aclamación al Evangelio, los fieles saludan al Señor antes de escuchar su palabra en el Evangelio.

Aleluya.
El Hijo del hombre vino para servir
y dar su vida en rescate por una multitud.
Aleluya.

Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo pone en el incensario.

Si el diácono está presente, se realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono no está presente, se realiza .

El diácono que va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado ante el sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:

Padre, dame tu bendición.

El sacerdote, en voz baja, dice:

El Señor esté en tu corazón y en tus labios,
para que anuncies dignamente su Evangelio.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

El diácono se signa con la señal de la cruz y responde:

Amén.

Si el diácono no está presente, el sacerdote realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono está presente, se realiza .

El sacerdote, inclinado ante el altar, dice en secreto:

Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso,
para que pueda anunciar dignamente tu santo Evangelio.

Después el diácono, o el sacerdote, se dirige al ambón, acompañado por los ministros que llevan el incienso y los cirios, si es oportuno, y dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El diácono, o el sacerdote:

V.Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.

Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho.

El pueblo aclama:

R.Gloria a ti, Señor.

Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y proclama el Evangelio.

Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho. EvangelioEl Evangelio es el centro de la Liturgia de la Palabra, que los fieles deben escuchar con la mayor reverencia, reconociendo y proclamando la presencia de Dios que les habla.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 9, 46-50

El más pequeño de vosotros, ése es el más grande

A los discípulos de Jesús se les ocurrió preguntarse quién sería el más grande.

Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, tomó a un niño y acercándolo, les dijo: «El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe a Aquél que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ése es el más grande».

Juan, dirigiéndose a Jesús, le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros».

Pero Jesús le dijo: «No se lo impidan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes».

V.Palabra del Señor.
R.Gloria a ti, Señor Jesús.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor, es la verdad,
y tu ley nuestra libertad.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor,
es lámpara que alumbra nuestros pasos.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor,
permanece por los siglos.

Después besa el libro, diciendo en secreto:

Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.

Luego se hace la homilía, que corresponde al sacerdote o al diácono, y que debe hacerse obligatoriamente todos los domingos y fiestas de precepto; se recomienda en los otros días.

Las siguientes lecturas corresponden a las lecturas facultativas de la memoria del día. En su lugar pueden leerse .

Después, el lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan sentados.

Primera lecturaEn las lecturas, Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación, y le ofrece alimento espiritual.

De la segunda carta del Apóstol san Pablo a Timoteo 3, 14-17

Toda la Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar

Querido hijo:

Permanece fiel a la doctrina que aprendiste y de la que estás plenamente convencido: tú sabes de quiénes la has recibido.

Recuerda que desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien.

V.Palabra de Dios.
R.Te alabamos, Señor.

El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la respuesta R.

Salmo responsorial 118, 9-14El salmo responsorial favorece la meditación de la Palabra de Dios.

R.¡Enséñame, Señor, tus preceptos!

¿Cómo un joven llevará una vida honesta?
Cumpliendo tus palabras.
Yo te busco de todo corazón:
no permitas que me aparte de tus mandamientos. R.

Conservo tu palabra en mi corazón,
para no pecar contra ti.
Tú eres bendito, Señor:
enséñame tus preceptos. R.

Yo proclamo con mis labios
todos los juicios de tu boca.
Me alegro de cumplir tus prescripciones,
más que de todas las riquezas. R.

Sigue el Aleluya, otro canto determinado por las rúbricas, según lo requiera el tiempo litúrgico, o la aclamación al Evangelio a continuación. Se canta estando todos de pie.

Aclamación al Evangelio Cf. Hech 16, 14bEn la aclamación al Evangelio, los fieles saludan al Señor antes de escuchar su palabra en el Evangelio.

Aleluya.
Señor, toca nuestro corazón,
para que aceptemos las palabras de tu Hijo.
Aleluya.

Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo pone en el incensario.

Si el diácono está presente, se realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono no está presente, se realiza .

El diácono que va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado ante el sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:

Padre, dame tu bendición.

El sacerdote, en voz baja, dice:

El Señor esté en tu corazón y en tus labios,
para que anuncies dignamente su Evangelio.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

El diácono se signa con la señal de la cruz y responde:

Amén.

Si el diácono no está presente, el sacerdote realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono está presente, se realiza .

El sacerdote, inclinado ante el altar, dice en secreto:

Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso,
para que pueda anunciar dignamente tu santo Evangelio.

Después el diácono, o el sacerdote, se dirige al ambón, acompañado por los ministros que llevan el incienso y los cirios, si es oportuno, y dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El diácono, o el sacerdote:

V.Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.

Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho.

El pueblo aclama:

R.Gloria a ti, Señor.

Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y proclama el Evangelio.

Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho. EvangelioEl Evangelio es el centro de la Liturgia de la Palabra, que los fieles deben escuchar con la mayor reverencia, reconociendo y proclamando la presencia de Dios que les habla.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 47-52

Lo nuevo y lo viejo

Jesús dijo a la multitud:

«El Reino de los Cielos se parece a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.

Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.

¿Comprendieron todo esto?»

«Sí», le respondieron.

Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo».

V.Palabra del Señor.
R.Gloria a ti, Señor Jesús.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor, es la verdad,
y tu ley nuestra libertad.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor,
es lámpara que alumbra nuestros pasos.

Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :

Tu palabra, Señor,
permanece por los siglos.

Después besa el libro, diciendo en secreto:

Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.

Luego se hace la homilía, que corresponde al sacerdote o al diácono, y que debe hacerse obligatoriamente todos los domingos y fiestas de precepto; se recomienda en los otros días.

Después se hace la oración universal u oración de los fieles.

Oración universal

La oración universal u oración de los fieles se desarrolla de la siguiente manera:

Invitatorio

El sacerdote invita a los fieles a orar, por medio de una breve monición.

Intenciones

Las intenciones son propuestas por un diácono o, si no lo hay, por un lector o por otra persona idónea.

El pueblo manifiesta su participación con una invocación u orando en silencio.

La sucesión de intenciones ordinariamente debe ser la siguiente:

a. Por las necesidades de la Iglesia.
b. Por los gobernantes y por la salvación del mundo entero.
c. Por aquellos que se encuentran en necesidades particulares.
d. Por la comunidad local.

Conclusión

El sacerdote termina la plegaria común con una oración conclusiva.

Liturgia EucarísticaLa liturgia eucarística está compuesta por la preparación y ofrenda de los dones, la plegaria eucarística y la comunión. Esta estructura se basa en los actos que Jesucristo realizó durante la Última Cena, cuando tomó el pan y el vino, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio a sus discípulos.

Terminado lo anterior, puede comenzar el canto para el ofertorio. Mientras tanto, los ministros colocan sobre el altar el corporal, el purificador, el cáliz, la palia y el misal.

Conviene que los fieles expresen su participación en la ofrenda, bien sea llevando el pan y el vino para la celebración de la Eucaristía, bien presentando otros dones para las necesidades de la Iglesia o de los pobres.

El sacerdote, de pie junto al altar, toma la patena con el pan y, teniéndola con ambas manos un poco elevada sobre el altar, dice en voz baja:

Bendito seas, Señor, Dios del Universo,
por este pan,
fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.

Después, deja sobre el corporal la patena con el pan.

Si no se hace el canto para el ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz alta; al final, el pueblo puede aclamar:

R.Bendito seas por siempre, Señor.

El diácono, o el sacerdote, echa vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto:

Por el misterio de esta agua y este vino,
haz que compartamos la divinidad
de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.

Después, el sacerdote toma el cáliz y, teniéndolo con ambas manos un poco elevado sobre el altar, dice en voz baja:

Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este vino
fruto de la vid y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.

Después deja sobre el corporal el cáliz.

Si no se hace el canto para el ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz alta; al final, el pueblo puede aclamar:

R.Bendito seas por siempre, Señor.

Luego, el sacerdote, inclinado profundamente, dice en secreto:

Acepta, Señor, nuestro corazón contrito
y nuestro espíritu humilde;
que éste sea hoy nuestro sacrificio
y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.

Y, si es oportuno, inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. Después el diácono, u otro ministro, inciensa al sacerdote y al pueblo.

Luego el sacerdote, de pie a un lado del altar, se lava las manos, diciendo en secreto:

Lava del todo mi delito, Señor,
y limpia mi pecado.

Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :

V.Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y de ustedes,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :

V.En el momento de ofrecer el sacrificio de toda la Iglesia,
oremos a Dios, Padre todopoderoso.

Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :

V.Oremos, hermanos, para que, llevando al altar
los gozos y las fatigas de cada día,
nos dispongamos a ofrecer el sacrificio
agradable a Dios, Padre todopoderoso.

El pueblo se pone de pie y responde:

R.El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.

Luego el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas.

Oración sobre las ofrendasDepositadas las ofrendas y concluidos los ritos que las acompañan, se dice la oración sobre las ofrendas. El pueblo se une a la súplica, respondiendo «Amén».

Concédenos, Señor,
que meditando tu palabra, a ejemplo de san Jerónimo,
te ofrezcamos con mayor fervor
el sacrificio de la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

R.Amén.

Entonces el sacerdote empieza la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , , , , , o .

Prefacio común IEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

El universo restaurado por Cristo

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

En Él has querido restaurar todas las cosas,
y hacernos participar a todos de su plenitud.
Él, que era de condición divina, se anonadó a sí mismo,
y por su Sangre derramada en la Cruz pacificó todas las cosas;
y así, constituido Señor del universo,
es fuente de salvación eterna
para cuantos creen en Él.

Por eso, unidos a los coros de los ángeles,
cantamos un himno a tu gloria,
diciendo sin cesar:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , , , , , o .

Prefacio común IIEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

La salvación por Cristo

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Tú creaste al hombre por amor,
y aunque condenado justamente,
con tu misericordia lo redimiste,
por Cristo, Señor nuestro.

Por Él, los ángeles celebran tu gloria,
te adoran las dominaciones, se estremecen las potestades.
En el cielo te aclaman con alegría las virtudes celestiales
y los santos serafines.
Permítenos asociarnos a sus voces,
cantando humildemente tu alabanza:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , , , , , o .

Prefacio común IIIEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

Alabanza a Dios por la creación y la redención del hombre

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Porque has querido ser,
por medio de tu amado Hijo,
no solamente el creador del género humano,
sino también el autor generoso de la nueva creación.

Por eso,
con razón te sirven todas las criaturas,
con justicia te alaban todos los redimidos
y tus santos unánimemente te bendicen.
Con ellos, también nosotros,
en unión con los ángeles del cielo,
te alabamos, diciendo sin cesar:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , , , , , o .

Prefacio común IVEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

La alabanza es don de Dios

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Aunque no necesitas nuestra alabanza,
tú inspiras en nosotros que te demos gracias,
para que las bendiciones que te ofrecemos
nos ayuden en el camino de la salvación
por Cristo, Señor nuestro.

Por eso, unidos a los coros de los ángeles,
te alabamos, proclamando sin cesar:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , , , , , o .

Prefacio común VEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

La proclamación del misterio de Cristo

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

Con amor celebramos su muerte,
con fe viva proclamamos su resurrección,
y con firme esperanza aguardamos su gloriosa venida.

Por eso, con todos los ángeles y santos,
te alabamos, diciendo sin cesar:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , , , , , o .

Prefacio común VIEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

El misterio de la salvación en Cristo

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar,
por Jesucristo, tu Hijo amado,
tu Palabra por quien hiciste todas las cosas;
Tú nos lo enviaste para que,
hecho hombre por obra del Espíritu Santo
y nacido de María, la Virgen,
fuera nuestro Salvador y Redentor.

Él, en cumplimiento de tu voluntad,
para destruir la muerte y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la Cruz,
y así adquirió para ti un pueblo santo.

Por eso, con los ángeles y los santos,
proclamamos tu gloria, diciendo:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , , , , , o .

Prefacio común VIIEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

Cristo, huésped y peregrino en medio de nosotros

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo darte gracias,
Señor, Padre santo,
Dios de la alianza y de la paz.

Tú llamaste a Abraham
y le mandaste salir de su tierra,
para constituirlo padre de todas las naciones.
Tú suscitaste a Moisés para librar a tu pueblo
y guiarlos a la tierra de promisión.

En la etapa final de la historia,
enviaste a tu propio Hijo,
como huésped y peregrino en medio nuestro,
para redimirnos del pecado y de la muerte;
y derramaste el Espíritu,
para hacer de todas las naciones un solo pueblo nuevo,
que tiene como meta, tu Reino,
como estado, la libertad de tus hijos,
como ley, el precepto del amor.

Por estos dones de tu benevolencia,
unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos con gozo el himno de tu gloria:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , , , , , o .

Prefacio común VIIIEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

Jesús, buen samaritano

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo darte gracias,
y es deber nuestro alabarte,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
en todos los momentos y circunstancias de la vida,
en la salud y en la enfermedad,
en el sufrimiento y en el gozo,
por tu servidor, Jesús, nuestro Redentor.

Porque Él, en su vida terrena, pasó haciendo el bien
y curando a los oprimidos por el mal.
También hoy, como buen samaritano,
se acerca a todo hombre
que sufre en su cuerpo o en su espíritu,
y cura sus heridas con el aceite del consuelo
y el vino de la esperanza.

Por este don de tu gracia,
incluso cuando nos vemos sumergidos en la noche del dolor,
vislumbramos la luz pascual
en tu Hijo, muerto y resucitado.

Por eso, unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos a una voz el himno de tu gloria:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

En lugar del siguiente prefacio puede decirse , , , , , , o .

Prefacio común IXEl prefacio introduce el momento culminante de la misa: la consagración del pan y del vino.

La gloria de Dios es el hombre viviente

Extendiendo las manos, dice:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

El sacerdote, elevando las manos, prosigue:

V.Levantemos el corazón.
R.Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote con la manos extendidas, dice:

V.Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R.Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Tú eres el Dios vivo y verdadero,
el universo está lleno de tu presencia,
pero sobre todo
has dejado la huella de tu gloria
en el hombre, creado a tu imagen.

Tú lo llamas a cooperar con el trabajo cotidiano
en el proyecto de la creación
y le das tu Espíritu
para que sea artífice de justicia y de paz,
en Cristo, el hombre nuevo.

Por eso, unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos con alegría el himno de tu alabanza:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En todas las misas, el sacerdote celebrante puede cantar algunas partes de la Plegaria eucarística.

Antífona de Comunión Cf. Jer 15, 16Durante la Comunión, cuando no hay canto, puede decirse la antífona de Comunión. Pueden hacerlo los fieles en general, o algunos de ellos, un lector o incluso el propio sacerdote después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.

Señor Dios, cuando se presentaban tus palabras, yo las devoraba;
ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón.

Oración después de la ComuniónAl concluir la Comunión, el sacerdote dice la Oración después de la Comunión, rogando por los frutos del misterio que se ha celebrado.

Padre, la eucaristía que recibimos
en la celebración gozosa de san Jerónimo,
mueva el corazón de tus fieles
para que, atentos a la enseñanza de la sagrada Escritura,
conozcamos lo que debemos seguir
y, siguiéndolo, lleguemos a la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Rito de la conclusiónEl rito de conclusión incluye: breves avisos, saludo y bendición del sacerdote, despedida del pueblo, beso del altar por parte del sacerdote y del diácono, e inclinación profunda al altar por parte del sacerdote, diácono y otros ministros.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición finalEn la bendición final el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (1)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Padre, muestra tu bondad sobre tu pueblo,
al que llamas a la felicidad eterna
y no lo prives de tu consuelo en esta vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (2)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede, Señor, a tus fieles
conocer la fe que proclaman
y amar el don celestial que celebran.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (3)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Padre, bendice con generosidad a tu pueblo
para que se aparte de todo lo que le hace daño
y obtenga el cumplimiento de sus deseos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (4)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede, Señor, a tu pueblo convertirse a ti de todo corazón,
y ya que no rechazas ni aun a los culpables,
protege con especial bondad
a quienes se entregan sinceramente a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (5)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ilumina bondadosamente a tu familia, Señor,
para que buscando en todo tu voluntad,
realice siempre lo que es bueno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (6)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede, Señor, a tus fieles la misericordia y la paz
para que sean purificados de sus pecados
y con serenidad interior,
te sirvan con generosa disposición.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (7)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Mira, Señor, a tu pueblo fiel, y robustécelo con tu gracia
para que pueda cumplir siempre tus mandamientos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (8)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ten piedad de tu pueblo, Señor,
para que, libre de todo mal,
te sirva de todo corazón
y permanezca siempre bajo tu protección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (9)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Alégrese tu familia, Padre, por los misterios que celebra
y alcance siempre su poderosa eficacia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (10)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Señor Dios, enriquece y confirma a tus hijos
con la abundancia de tu misericordia;
para que, colmados con tus bendiciones,
vivamos siempre en la acción de gracias
y te bendigamos llenos de alegría.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (11)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Protege siempre, Señor, a tu familia con inalterable cariño
para que se mantenga libre de todas las adversidades
y se dedique a las buenas acciones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (12)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Purifica, Señor, en alma y cuerpo a tus fieles
para que, conducidos por ti,
eviten todo lo que pueda apartarlos del bien
y permanezcan fielmente en tu compañía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (13)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Que tu bendición, Señor,
infunda nuevo vigor en tus hijos,
y prepare sus corazones
para que todo su obrar se afiance en la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (14)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Los corazones de tus fieles imploran tu auxilio, Señor,
ya que sin ti nada pueden,
para que los colmes con tu misericordia,
conozcan lo que es bueno y recto,
y reciban las promesas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (15)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ayuda, Padre, al pueblo que te implora
y fortalece la fragilidad humana,
para que, consagrándose a ti con un corazón puro,
se alegre en la vida presente y futura.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (16)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Mira bondadosamente a tu familia, Padre,
y concédele tu misericordia
para que podamos cumplir tus mandamientos de vida
los que sin ti nada podemos alcanzar.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (17)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Padre, aumenta en tus fieles la gracia celestial:
para que te alabemos con los labios, con el alma, con la vida,
y porque es tuyo todo lo que somos
sea también para ti lo que vivamos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (18)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Instruye, Señor, a tu pueblo con las enseñanzas divinas
para que, evitando todo lo malo
y siguiendo todo lo bueno,
reciba la gracia del Padre misericordioso
y no la sentencia del Juez.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (19)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Ayuda, Señor a los que te suplican
y ponen su esperanza en tu misericordia,
para que, perseverando en una vida santa
consigan los bienes temporales que necesitan
y sean herederos de las promesas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (20)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Concede a tu pueblo, Padre, tu misericordia
para que la obra que tú creaste,
reparada por tu gracia,
alcance la plenitud de la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (21)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Te pedimos, Padre, que tu pueblo fiel,
inspirado por ti y movido por el arrepentimiento saludable,
cumpla con alegría lo que pides,
para obtener lo que prometes.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (22)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Señor, mira compadecido la fragilidad de tu pueblo,
para que la súplica fiel alcance tu misericordia
y reciba de tu bondad lo que no se atreve a pedir por sus propios méritos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (23)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Defiende, Padre, a tus hijos con tu diestra poderosa
y haz que, cumpliendo siempre tu voluntad,
sean protegidos por tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (24)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Escucha, Padre, las oraciones de tu familia
y asiste a quienes te imploran humildemente,
para que, fortalecidos con tu ayuda,
perseveren en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (25)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Protege, Señor a tu familia,
y concédele propicio tu misericordia
para que, por la fidelidad a las enseñanzas divinas,
aumente la gracia en nosotros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .

Oración sobre el pueblo (26)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Te pedimos, Señor, que el pueblo que sostienes con tu diestra poderosa,
se alegre por crecer en la vida cristiana,
y se regocije por los bienes presentes y futuros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año I

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Que el Señor los bendiga y los proteja.
R.Amén.

V.Haga brillar su rostro sobre ustedes
y les otorgue su misericordia.
R.Amén.

V.Vuelva su mirada hacia ustedes
y les conceda la paz.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año II

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.La paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar,
custodie sus corazones y sus pensamientos,
en el conocimiento y en el amor de Dios
y de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año III

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.El Señor todopoderoso los bendiga con su misericordia
e infunda en sus corazones la sabiduría eterna.
R.Amén.

V.Él aumente en ustedes la fe
y les dé la perseverancia en el bien obrar.
R.Amén.

V.Él dirija hacia sí los pasos de ustedes
y les muestre el camino de la paz y del amor.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año IV

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.El Señor de todo consuelo ordene los días de ustedes en su paz
y les conceda los dones de su bendición.
R.Amén.

V.Los libre de toda perturbación
y confirme sus corazones en su amor.
R.Amén.

V.Para que enriquecidos con la fe, la esperanza y la caridad,
practiquen el bien en la vida presente
y puedan llegar felizmente a la eterna.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año V

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Dios todopoderoso aparte de ustedes toda adversidad
y les conceda los dones de su bendición.
R.Amén.

V.Encienda sus corazones con el deseo de su Palabra
para que sean colmados con los gozos eternos.
R.Amén.

V.Y comprendiendo lo que es bueno y recto,
cumplan siempre los mandamientos de Dios
y lleguen a participar en el banquete celestial.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año VI

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Dios todopoderoso los bendiga con toda clase de bienes celestiales,
para que sean santos e irreprochables en su presencia;
derrame sobre ustedes la riqueza de su gracia,
los instruya con la palabra de la verdad
y con el Evangelio de la salvación,
y los enriquezca con la caridad fraterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año VII2 Tes. 2, 16-17

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Jesucristo, el Señor, y Dios, nuestro Padre,
que nos ha amado tanto
y nos ha dado el consuelo de una gran esperanza,
los afiance y fortalezca para toda clase de palabras y obras buenas.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año VIII1 Tes. 5, 23-24

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.Que el Dios de la paz los consagre totalmente
y que todo el espíritu, alma y cuerpo de ustedes
sea custodiado sin reproche
hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año IXHeb 13, 20-21

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.El Dios de la paz, que resucitó de entre los muertos
al gran pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús,
los haga perfectos en todo bien,
en virtud de la sangre de la alianza eterna,
para que cumplan su voluntad,
realizando en ustedes lo que es de su agrado.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente bendición puede decirse , , , , , , , , , o .

Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.

Durante el año XCf. 1 Ped 5, 10-11

El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:

V.Inclinados, reciban la bendición.

El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:

V.El Dios de toda gracia,
que los ha llamado en Cristo a su eterna gloria,
los afiance y los conserve fuertes y constantes en la fe.
R.Amén.

V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .

V.Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .

V.La alegría del Señor sea nuestra fuerza.
Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .

V.Glorifiquen al Señor con su vida.
Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.

En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .

V.En el nombre del Señor, pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.