Bienaventurada Virgen María de Itatí
Misa: Memoria obligatoria (Común de la Santísima Virgen María)
9 de julio de 2024
Se cree que la imagen de la Virgen de Itatí fue traída de la reducción de Ciudad Real, provincia de Guayrá. Los franciscanos emigraron hacia el sur debido a los constantes ataques de los indígenas, llevando consigo la imagen de la Virgen y así llegaron a la región de Yaguarí, donde estaba la Reducción de otro franciscano, fray Luis Gámez. En ese lugar levantaron un oratorio y colocaron a la Virgen, pero un ataque de aborígenes hostiles destruyó el lugar, y la imagen de la Virgen Inmaculada desapareció de allí. Según la tradición la imagen habría sido encontrada en el curso del alto Paraná muy cerca del lugar donde hoy se la venera, por un grupo de aborígenes. Estos vieron a la Virgen Inmaculada sobre una piedra (Itatí en guaraní significa «punta de piedra») rodeada de una luz muy brillante y acompañada de una música sobrenatural. Con el tiempo, ese lugar comenzó a conocerse simplemente como Itati, y fray Luis de Gamarra, párroco del lugar, fue el primero en dar a conocer los milagros de la Virgen. Los milagros y las curaciones atribuidos a la intercesión de la Virgen de Itatí son incontables y todo el pueblo del Noreste argentino la venera con devoción. El 16 de julio de 1900, la imagen fue solemnemente coronada por voluntad del papa León XIII.
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Índice
Ritos iniciales
Liturgia de la Palabra
Liturgia Eucarística
Rito de la conclusión
Ritos inicialesLos ritos iniciales tienen carácter introductorio y de preparación.
Reunido el pueblo, el sacerdote se dirige al altar, con los ministros, mientras se entona el canto de entrada o se dice la antífona de entrada a continuación:
Antífona de entrada Cf. Lc 1, 48La antífona de entrada tiene por fin abrir la celebración, promover la unión de quienes están congregados, introducir el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.
Me llamarán feliz todas las generaciones,
porque Dios miró con bondad la pequeñez de su servidora.
Cuando llega al altar, habiendo hecho con los ministros una inclinación profunda, venera el altar con un beso y, si es oportuno, inciensa la cruz y el altar. Después se dirige con los ministros a la sede.
Saludo
Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:
V.En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.Los versículos V. no son dichos por el pueblo.
R.Amén.Las respuestas R. son dichas por el pueblo.
Después el sacerdote, extendiendo las manos, saluda al pueblo, diciendo:
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.La gracia de nuestro Señor Jesucristo,
el amor de Dios Padre
y la comunión del Espíritu Santo
estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre,
y de Jesucristo el Señor,
estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.La paz esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.El Señor, que dirige nuestros corazones
para que amemos a Dios,
esté con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.La paz, la caridad y la fe, de parte de Dios Padre,
y de Jesucristo, el Señor, estén con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.El Dios de la esperanza,
que por la acción del Espíritu Santo
nos llena con su alegría y con su paz,
permanezca siempre con todos ustedes.
R.Y con tu espíritu.
En lugar del siguiente saludo puede decir , , , , , o .
V.Queridos hermanos:
«Que Dios los llene de alegría y de paz en la fe»
y que su Espíritu Santo esté constantemente con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
El sacerdote o el diácono, u otro ministro, puede hacer una monición muy breve para introducir a los fieles en la Misa del día.
Acto penitencialEn el Acto penitencial se realiza una confesión general de toda la comunidad. Nótese que el Acto penitencial carece de la eficacia del sacramento de la Penitencia.El domingo, especialmente en el tiempo pascual, en lugar del Acto penitencial habitual, en algunas ocasiones puede hacerse la bendición y aspersión del agua en memoria del Bautismo.
A continuación se hace el Acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:
En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .
V.Hermanos:
Para celebrar dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.
En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .
V.El Señor Jesús,
que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía,
nos llama ahora a la conversión.
Reconozcamos, pues, que somos pecadores
e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .
V.Humildes y penitentes, como el publicano en el templo,
acerquémonos al Dios justo,
y pidámosle que tenga piedad de nosotros,
que también nos reconocemos pecadores.
En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .
V.Jesucristo, el justo, intercede por nosotros
y nos reconcilia con el Padre.
Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepentimiento,
para acercarnos a la mesa del Señor.
En lugar de la siguiente introducción puede decir , , o .
V.Pidamos perdón a Dios de todo corazón.
Se hace una breve pausa en silencio.
La invocación a continuación corresponde a la forma I. También puede decir , , , , , , o .
Después, todos hacen en común la fórmula de la confesión general:
R.Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión;
Y, golpeándose el pecho, dicen:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Luego, prosiguen:
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos
y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
La invocación a continuación corresponde a la forma II. También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Señor, ten misericordia de nosotros.
R.Porque hemos pecado contra ti.
El sacerdote prosigue:
V.Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R.Y danos tu salvación.
La invocación a continuación corresponde a Tú que has sido enviado para sanar a los contritos de corazón (forma III). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que has sido enviado para sanar a los contritos de corazón:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que has venido a llamar a los pecadores:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que estás sentado a la derecha del Padre
para interceder por nosotros:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Tú que eres el Camino que conduce al Padre (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que eres el Camino que conduce al Padre:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que eres la Verdad que ilumina a los pueblos:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que eres la Vida que renueva el mundo:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Tú que eres la plenitud de la verdad y de la gracia (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que eres la plenitud de la verdad y de la gracia:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que te has hecho pobre para enriquecernos:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que has venido para hacer de nosotros tu pueblo santo:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Tú que no has venido a condenar, sino a perdonar (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que no has venido a condenar, sino a perdonar:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que has dicho que hay gran fiesta en el cielo
por un pecador que se arrepiente:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que perdonas mucho a quien mucho ama:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Tú que has venido a buscar al que estaba perdido (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que has venido a buscar al que estaba perdido:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que has querido dar la vida en rescate por todos:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que reúnes a tus hijos dispersos:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Tú que ofreciste el perdón a Pedro arrepentido (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Tú que ofreciste el perdón a Pedro arrepentido:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Tú que prometiste el paraíso al buen ladrón:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Tú que perdonas
a todo hombre que confía en tu misericordia:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
La invocación a continuación corresponde a Defensor de los pobres (tiempo «Durante el año»). También puede decir , , , , , , o .
Después el sacerdote dice:
V.Defensor de los pobres:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Refugio de los débiles:
Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Esperanza de los pecadores:
Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
Sigue la absolución del sacerdote.
V.Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
R.Amén.
Si se ha utilizado la forma I o forma II del Acto penitencial, siguien las invocaciones «Señor, ten piedad» («Kýrie eléison»):
V.Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.V.Cristo, ten piedad.
R.Cristo, ten piedad.V.Señor, ten piedad.
R.Señor, ten piedad.
Se pueden tomar las melodías del «Gradual Romano».
El sacerdote, con las manos juntas, dice:
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de tiempo.
Entonces el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración colecta:
Oración colectaLa oración colecta expresa el carácter de la celebración. Por una tradición de la Iglesia, se dirige a Dios Padre, por Cristo en el Espíritu Santo.
Dios misericordioso,
que para honrar la pura y limpia Concepción de la Virgen María
y como defensa y custodia de tu pueblo
suscitaste la advocación de Nuestra Señora de Itatí;
concédenos que, bajo su protección,
nos veamos libres de todo peligro
y seamos conducidos al gozo de la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
R.Amén.
Liturgia de la PalabraLa Liturgia de la Palabra se constituye por lecturas de la Sagrada Escritura, cánticos que se intercalan entre ellas, la homilía, la profesión de fe y la oración universal u oración de los fieles.
Las siguientes lecturas corresponden a las lecturas del día. En su lugar pueden leerse .
Después, el lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan sentados.
Primera lecturaEn las lecturas, Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación, y le ofrece alimento espiritual.
Del libro del profeta Oseas 4, 1; 8, 4-7. 11-13
Siembran vientos, recogerán tempestades
Escuchen la palabra del Señor, israelitas:
Entronizaron reyes, pero sin contar conmigo; designaron príncipes, pero sin mi aprobación. Se hicieron ídolos con su plata y su oro, para su propio exterminio. Yo rechazo tu ternero, Samaria; mi ira se ha encendido contra ellos.
¿Hasta cuándo no podrán recobrar la inocencia? Porque ese ternero proviene de Israel: lo hizo un artesano, y no es Dios. Sí, el ternero de Samaria quedará hecho pedazos. Porque siembran vientos, recogerán tempestades.
Tallo sin espiga no produce harina, y si la produce, se la tragarán los extranjeros.
Efraím multiplicó los altares para expiar el pecado, pero esos altares le han servido sólo para pecar. Por más que escriba para él mil prescripciones de mi Ley, se las tendría por una cosa extraña.
En cuanto a los sacrificios que me ofrecen, ¡que los inmolen, que se coman la carne! ¡El Señor no los aceptará! Ahora, Él se acordará de sus culpas y pedirá cuenta de sus pecados: entonces ellos regresarán a Egipto.
V.Palabra de Dios.
R.Te alabamos, Señor.
El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la respuesta R.
Salmo responsorial 113b, 3-7ab. 8-10El salmo responsorial favorece la meditación de la Palabra de Dios.
R.¡Pueblo de Israel, confía en el Señor!
Nuestro Dios está en el cielo y en la tierra,
Él hace todo lo que quiere.
Los ídolos, en cambio, son plata y oro,
obra de las manos de los hombres. R.
Tienen boca, pero no hablan,
tienen ojos, pero no ven;
tienen orejas, pero no oyen,
tienen nariz, pero no huelen. R.
Tienen manos, pero no palpan,
tienen pies, pero no caminan;
como ellos serán los que los fabrican,
los que ponen en ellos su confianza. R.
Pueblo de Israel, confía en el Señor:
Él es tu ayuda y tu escudo;
familia de Aarón, confía en el Señor:
Él es tu ayuda y tu escudo. R.
Sigue el Aleluya, otro canto determinado por las rúbricas, según lo requiera el tiempo litúrgico, o la aclamación al Evangelio a continuación. Se canta estando todos de pie.
Aclamación al Evangelio Jn 10, 14En la aclamación al Evangelio, los fieles saludan al Señor antes de escuchar su palabra en el Evangelio.
Aleluya.
«Yo soy el buen Pastor;
conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí», dice el Señor.
Aleluya.
Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo pone en el incensario.
Si el diácono está presente, se realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono no está presente, se realiza .
El diácono que va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado ante el sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:
Padre, dame tu bendición.
El sacerdote, en voz baja, dice:
El Señor esté en tu corazón y en tus labios,
para que anuncies dignamente su Evangelio.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠ y del Espíritu Santo.
El diácono se signa con la señal de la cruz y responde:
Amén.
Si el diácono no está presente, el sacerdote realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono está presente, se realiza .
El sacerdote, inclinado ante el altar, dice en secreto:
Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso,
para que pueda anunciar dignamente tu santo Evangelio.
Después el diácono, o el sacerdote, se dirige al ambón, acompañado por los ministros que llevan el incienso y los cirios, si es oportuno, y dice:
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
El diácono, o el sacerdote:
V.Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.
Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
R.Gloria a ti, Señor.
Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y proclama el Evangelio.
✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho. EvangelioEl Evangelio es el centro de la Liturgia de la Palabra, que los fieles deben escuchar con la mayor reverencia, reconociendo y proclamando la presencia de Dios que les habla.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 9, 32-38
La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos
Le presentaron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: «Jamás se vio nada igual en Israel».
Pero los fariseos decían: «Él expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios».
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha».
V.Palabra del Señor.
R.Gloria a ti, Señor Jesús.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor, es la verdad,
y tu ley nuestra libertad.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor,
es lámpara que alumbra nuestros pasos.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor,
permanece por los siglos.
Después besa el libro, diciendo en secreto:
Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.
Luego se hace la homilía, que corresponde al sacerdote o al diácono, y que debe hacerse obligatoriamente todos los domingos y fiestas de precepto; se recomienda en los otros días.
Las siguientes lecturas corresponden a las lecturas facultativas de la memoria del día. En su lugar pueden leerse .
Después, el lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan sentados.
Primera lecturaEn las lecturas, Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación, y le ofrece alimento espiritual.
Del libro del profeta Isaías 7, 10-14; 8, 10c
Miren, la virgen está embarazada
El Señor habló a Ajaz en estos términos: «Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas».
Pero Ajaz respondió: «No lo pediré ni tentaré al Señor».
Isaías dijo: «Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la virgen está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel, que significa Dios está con nosotros».
V.Palabra de Dios.
R.Te alabamos, Señor.
El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la respuesta R.
Salmo responsorial Lc 1, 46-55El salmo responsorial favorece la meditación de la Palabra de Dios.
R.El Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz. R.
Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:
¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación
sobre aquéllos que lo temen. R.
Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono
y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías. R.
Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham
y de su descendencia para siempre. R.
Sigue el Aleluya, otro canto determinado por las rúbricas, según lo requiera el tiempo litúrgico, o la aclamación al Evangelio a continuación. Se canta estando todos de pie.
Aclamación al Evangelio Cf. Lc 1, 28En la aclamación al Evangelio, los fieles saludan al Señor antes de escuchar su palabra en el Evangelio.
Aleluya.
Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo,
bendita tú eres entre las mujeres.
Aleluya.
Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo pone en el incensario.
Si el diácono está presente, se realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono no está presente, se realiza .
El diácono que va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado ante el sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:
Padre, dame tu bendición.
El sacerdote, en voz baja, dice:
El Señor esté en tu corazón y en tus labios,
para que anuncies dignamente su Evangelio.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠ y del Espíritu Santo.
El diácono se signa con la señal de la cruz y responde:
Amén.
Si el diácono no está presente, el sacerdote realiza la proclamación del Evangelio a continuación. Si el diácono está presente, se realiza .
El sacerdote, inclinado ante el altar, dice en secreto:
Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso,
para que pueda anunciar dignamente tu santo Evangelio.
Después el diácono, o el sacerdote, se dirige al ambón, acompañado por los ministros que llevan el incienso y los cirios, si es oportuno, y dice:
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.
El diácono, o el sacerdote:
V.Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.
Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
R.Gloria a ti, Señor.
Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y proclama el Evangelio.
✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho. EvangelioEl Evangelio es el centro de la Liturgia de la Palabra, que los fieles deben escuchar con la mayor reverencia, reconociendo y proclamando la presencia de Dios que les habla.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 1, 39-47
Feliz de ti por haber creído
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:
«¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor».
María dijo entonces:
«Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador».
V.Palabra del Señor.
R.Gloria a ti, Señor Jesús.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor, es la verdad,
y tu ley nuestra libertad.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor,
es lámpara que alumbra nuestros pasos.
Si la aclamación es cantada, puede usarse la siguiente respuesta de alabanza a Jesucristo, o bien o :
Tu palabra, Señor,
permanece por los siglos.
Después besa el libro, diciendo en secreto:
Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.
Luego se hace la homilía, que corresponde al sacerdote o al diácono, y que debe hacerse obligatoriamente todos los domingos y fiestas de precepto; se recomienda en los otros días.
Después se hace la oración universal u oración de los fieles.
Oración universal
La oración universal u oración de los fieles se desarrolla de la siguiente manera:
Invitatorio
El sacerdote invita a los fieles a orar, por medio de una breve monición.
Intenciones
Las intenciones son propuestas por un diácono o, si no lo hay, por un lector o por otra persona idónea.
El pueblo manifiesta su participación con una invocación u orando en silencio.
La sucesión de intenciones ordinariamente debe ser la siguiente:
a. Por las necesidades de la Iglesia.
b. Por los gobernantes y por la salvación del mundo entero.
c. Por aquellos que se encuentran en necesidades particulares.
d. Por la comunidad local.
Conclusión
El sacerdote termina la plegaria común con una oración conclusiva.
Liturgia EucarísticaLa liturgia eucarística está compuesta por la preparación y ofrenda de los dones, la plegaria eucarística y la comunión. Esta estructura se basa en los actos que Jesucristo realizó durante la Última Cena, cuando tomó el pan y el vino, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio a sus discípulos.
Terminado lo anterior, puede comenzar el canto para el ofertorio. Mientras tanto, los ministros colocan sobre el altar el corporal, el purificador, el cáliz, la palia y el misal.
Conviene que los fieles expresen su participación en la ofrenda, bien sea llevando el pan y el vino para la celebración de la Eucaristía, bien presentando otros dones para las necesidades de la Iglesia o de los pobres.
El sacerdote, de pie junto al altar, toma la patena con el pan y, teniéndola con ambas manos un poco elevada sobre el altar, dice en voz baja:
Bendito seas, Señor, Dios del Universo,
por este pan,
fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Después, deja sobre el corporal la patena con el pan.
Si no se hace el canto para el ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz alta; al final, el pueblo puede aclamar:
R.Bendito seas por siempre, Señor.
El diácono, o el sacerdote, echa vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto:
Por el misterio de esta agua y este vino,
haz que compartamos la divinidad
de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.
Después, el sacerdote toma el cáliz y, teniéndolo con ambas manos un poco elevado sobre el altar, dice en voz baja:
Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este vino
fruto de la vid y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Después deja sobre el corporal el cáliz.
Si no se hace el canto para el ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz alta; al final, el pueblo puede aclamar:
R.Bendito seas por siempre, Señor.
Luego, el sacerdote, inclinado profundamente, dice en secreto:
Acepta, Señor, nuestro corazón contrito
y nuestro espíritu humilde;
que éste sea hoy nuestro sacrificio
y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.
Y, si es oportuno, inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. Después el diácono, u otro ministro, inciensa al sacerdote y al pueblo.
Luego el sacerdote, de pie a un lado del altar, se lava las manos, diciendo en secreto:
Lava del todo mi delito, Señor,
y limpia mi pecado.
Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :
V.Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y de ustedes,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :
V.En el momento de ofrecer el sacrificio de toda la Iglesia,
oremos a Dios, Padre todopoderoso.
Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice la oración a continuación, o bien o :
V.Oremos, hermanos, para que, llevando al altar
los gozos y las fatigas de cada día,
nos dispongamos a ofrecer el sacrificio
agradable a Dios, Padre todopoderoso.
El pueblo se pone de pie y responde:
R.El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.
Luego el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas.
Oración sobre las ofrendasDepositadas las ofrendas y concluidos los ritos que las acompañan, se dice la oración sobre las ofrendas. El pueblo se une a la súplica, respondiendo «Amén».
Recibe, Señor, nuestras oraciones y ofrendas
y, al invocar la maternal intercesión de la santísima Virgen María,
ayúdanos a celebrar dignamente el sacrificio de nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.
Entonces el sacerdote empieza la Plegaria eucarística.
Prefacio
I de la Virgen María (en las Misas votivas: en la veneración), o II-V.
Antífona de ComuniónDurante la Comunión, cuando no hay canto, puede decirse la antífona de Comunión. Pueden hacerlo los fieles en general, o algunos de ellos, un lector o incluso el propio sacerdote después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.
Yo soy la Madre del amor hermoso, del temor de Dios,
de la ciencia y de la santa esperanza.
Oración después de la ComuniónAl concluir la Comunión, el sacerdote dice la Oración después de la Comunión, rogando por los frutos del misterio que se ha celebrado.
Padre santo,
alimentados con el sacramento de la salvación,
concédenos que quienes veneramos a la Virgen María
en su advocación de Nuestra Señora de Itatí,
experimentemos el auxilio de tu gracia
para crecer en el amor a Jesucristo, tu Hijo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Rito de la conclusiónEl rito de conclusión incluye: breves avisos, saludo y bendición del sacerdote, despedida del pueblo, beso del altar por parte del sacerdote y del diácono, e inclinación profunda al altar por parte del sacerdote, diácono y otros ministros.
En lugar de la siguiente bendición puede decirse o .
Bendición finalEn la bendición final el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.El Señor esté con ustedes.
R.Y con tu espíritu.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R.Amén.
En lugar de la siguiente bendición puede decirse o .
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (1)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Padre, muestra tu bondad sobre tu pueblo,
al que llamas a la felicidad eterna
y no lo prives de tu consuelo en esta vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (2)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Concede, Señor, a tus fieles
conocer la fe que proclaman
y amar el don celestial que celebran.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (3)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Padre, bendice con generosidad a tu pueblo
para que se aparte de todo lo que le hace daño
y obtenga el cumplimiento de sus deseos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (4)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Concede, Señor, a tu pueblo convertirse a ti de todo corazón,
y ya que no rechazas ni aun a los culpables,
protege con especial bondad
a quienes se entregan sinceramente a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (5)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Ilumina bondadosamente a tu familia, Señor,
para que buscando en todo tu voluntad,
realice siempre lo que es bueno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (6)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Concede, Señor, a tus fieles la misericordia y la paz
para que sean purificados de sus pecados
y con serenidad interior,
te sirvan con generosa disposición.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (7)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Mira, Señor, a tu pueblo fiel, y robustécelo con tu gracia
para que pueda cumplir siempre tus mandamientos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (8)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Ten piedad de tu pueblo, Señor,
para que, libre de todo mal,
te sirva de todo corazón
y permanezca siempre bajo tu protección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (9)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Alégrese tu familia, Padre, por los misterios que celebra
y alcance siempre su poderosa eficacia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (10)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Señor Dios, enriquece y confirma a tus hijos
con la abundancia de tu misericordia;
para que, colmados con tus bendiciones,
vivamos siempre en la acción de gracias
y te bendigamos llenos de alegría.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (11)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Protege siempre, Señor, a tu familia con inalterable cariño
para que se mantenga libre de todas las adversidades
y se dedique a las buenas acciones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (12)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Purifica, Señor, en alma y cuerpo a tus fieles
para que, conducidos por ti,
eviten todo lo que pueda apartarlos del bien
y permanezcan fielmente en tu compañía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (13)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Que tu bendición, Señor,
infunda nuevo vigor en tus hijos,
y prepare sus corazones
para que todo su obrar se afiance en la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (14)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Los corazones de tus fieles imploran tu auxilio, Señor,
ya que sin ti nada pueden,
para que los colmes con tu misericordia,
conozcan lo que es bueno y recto,
y reciban las promesas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (15)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Ayuda, Padre, al pueblo que te implora
y fortalece la fragilidad humana,
para que, consagrándose a ti con un corazón puro,
se alegre en la vida presente y futura.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (16)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Mira bondadosamente a tu familia, Padre,
y concédele tu misericordia
para que podamos cumplir tus mandamientos de vida
los que sin ti nada podemos alcanzar.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (17)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Padre, aumenta en tus fieles la gracia celestial:
para que te alabemos con los labios, con el alma, con la vida,
y porque es tuyo todo lo que somos
sea también para ti lo que vivamos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (18)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Instruye, Señor, a tu pueblo con las enseñanzas divinas
para que, evitando todo lo malo
y siguiendo todo lo bueno,
reciba la gracia del Padre misericordioso
y no la sentencia del Juez.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (19)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Ayuda, Señor a los que te suplican
y ponen su esperanza en tu misericordia,
para que, perseverando en una vida santa
consigan los bienes temporales que necesitan
y sean herederos de las promesas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (20)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Concede a tu pueblo, Padre, tu misericordia
para que la obra que tú creaste,
reparada por tu gracia,
alcance la plenitud de la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (21)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Te pedimos, Padre, que tu pueblo fiel,
inspirado por ti y movido por el arrepentimiento saludable,
cumpla con alegría lo que pides,
para obtener lo que prometes.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (22)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Señor, mira compadecido la fragilidad de tu pueblo,
para que la súplica fiel alcance tu misericordia
y reciba de tu bondad lo que no se atreve a pedir por sus propios méritos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (23)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Defiende, Padre, a tus hijos con tu diestra poderosa
y haz que, cumpliendo siempre tu voluntad,
sean protegidos por tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (24)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Escucha, Padre, las oraciones de tu familia
y asiste a quienes te imploran humildemente,
para que, fortalecidos con tu ayuda,
perseveren en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (25)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Protege, Señor a tu familia,
y concédele propicio tu misericordia
para que, por la fidelidad a las enseñanzas divinas,
aumente la gracia en nosotros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente oración sobre el pueblo puede decirse , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , o .
Oración sobre el pueblo (26)En la oración sobre el pueblo el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Te pedimos, Señor, que el pueblo que sostienes con tu diestra poderosa,
se alegre por crecer en la vida cristiana,
y se regocije por los bienes presentes y futuros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R.Amén.V.La bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente bendición puede decirse o .
Bendición solemneEn la bendición solemne el sacerdote transmite, con la eficacia y certeza de la liturgia, una bendición, que Cristo finalmente concede a su pueblo.
La santísima Virgen María
El diácono o, a falta de este, el sacerdote, dice:
V.Inclinados, reciban la bendición.
El sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la siguiente oración de despedida:
V.Dios, que por su bondad quiso redimir al género humano
mediante la maternidad de la Virgen María,
derrame sobre ustedes una abundante bendición.
R.Amén.V.Que experimenten siempre y en todas partes
la protección de la Virgen María,
por quien recibieron al autor de la vida.
R.Amén.V.Y todos ustedes,
reunidos para celebrar con amor esta fiesta en su honor,
reciban los dones de la alegría espiritual
y los premios eternos.
R.Amén.V.Y la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo ✠Todos hacen la señal de la cruz, desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo al derecho., y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R.Amén.
En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .
V.Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.
En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .
V.La alegría del Señor sea nuestra fuerza.
Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.
En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .
V.Glorifiquen al Señor con su vida.
Pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.
En lugar de la siguiente despedida puede decirse , o .
V.En el nombre del Señor, pueden ir en paz.
R.Demos gracias a Dios.